Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Deuteronomio 9:26 - Biblia Martin Nieto

26 Intercedí ante el Señor y le dije: Señor, Señor, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad, que tú has rescatado en tu grandeza y que has sacado de Egipto con tu mano poderosa.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Oré al Señor y dije: “Oh Señor Soberano, no los destruyas; son tu propio pueblo. Son tu posesión más preciada, los que redimiste de Egipto con tu gran poder y tu mano fuerte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Supliqué a Yavé y le dije: 'Ah, Señor Dios, no destruyas a ese pueblo que es tu propio pueblo, y que te ganaste con tu poderío, a los que sacaste de Egipto con mano firme.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y oré a YHVH, diciendo: ¡Oh Adonay YHVH!, no destruyas a tu pueblo y tu heredad que has rescatado con tu grandeza, y a quienes sacaste de Egipto con mano fuerte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Pero yo suplicaba a Yahveh, diciéndole: 'Señor Yahveh, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad, que redimiste por tu grandeza y sacaste de Egipto con mano fuerte.

Gade chapit la Kopi




Deuteronomio 9:26
36 Referans Kwoze  

¿Hay sobre la tierra un pueblo como tu pueblo Israel, al cual Dios mismo vino a rescatarlo para hacerlo su pueblo, para hacerlo famoso, para hacer en su favor terribles y grandes prodigios y expulsar a las naciones y a sus dioses delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto?


pues son tu pueblo y tu herencia, que sacaste de Egipto, el horno de fundición de hierro.


pues tú los separaste como heredad tuya de entre todos los pueblos de la tierra, conforme a lo que dijiste por medio de Moisés, tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, ¡oh Señor, Señor!'.


Pues bien, éstos son tus siervos y éste tu pueblo, a quienes tú has redimido con tu gran poder y tu fuerte brazo.


Dios pensaba ya aniquilarlos; pero Moisés, su elegido, se interpuso ante él y le hizo apartar su ira destructora.


Que lo digan los que el Señor ha liberado, los que él ha rescatado de la mano de los opresores,


Salva a tu pueblo, bendice tu heredad, sé tú su pastor y guíalos siempre.


Al maestro de coro. Según 'No destruyas'. Poema de David, cuando huyendo de Saúl se escondió en la cueva


Tú eres el Dios que hace milagros, y has mostrado a los pueblos tu poder;


recordaban que Dios era su roca, que el Dios altísimo era su defensor.


Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaban su nombre; llamaban al Señor y él les respondía.


Guiaste en tu bondad al pueblo que salvaste; lo llevaste con tu poder a tu santa mansión.


Pero si de verdad he hallado gracia a tus ojos, dame a conocer tu camino, para que yo te conozca; así hallaré gracia a tus ojos. Considera que este pueblo es tu pueblo'.


'Si de verdad he hallado gracia a tus ojos, Señor, que el Señor marche en medio de nosotros; porque éste es un pueblo de cabeza dura; pero tú perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado y tómanos por tu heredad'.


Gritad de gozo, cielos, porque el Señor lo ha hecho; alegraos, honduras de la tierra; lanzad gritos de júbilo, montañas, y tú, bosque, con todos tus árboles, porque el Señor ha redimido a Jacob y ha manifestado su gloria en Israel.


Somos desde hace tiempo gentes que tú no riges y que no llevan ya tu nombre. ¡Oh, si tú rasgases los cielos y bajases haciendo estremecer con tu presencia a las montañas,


¡No nos deseches, por amor de tu nombre! ¡No desprecies tu trono glorioso! ¡Acuérdate, no rompas tu alianza con nosotros!


El Señor me dijo: 'Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. Échalos de mi presencia, que se vayan.


Mira, Señor, y considera: ¿a quién has tratado alguna vez así? ¡Ay! ¡Las madres han comido a sus vástagos, a los hijos de sus caricias! ¡Fueron asesinados en el santuario del Señor sacerdote y profeta!


Yo te saqué de Egipto, de la casa de esclavitud te rescaté y mandé a tu frente a Moisés, Aarón y María.


Seguiréis al Señor y le respetaréis, guardaréis sus mandamientos y obedeceréis su voz, le serviréis y viviréis unidos a él.


Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te dio la libertad. Por eso te ordeno esto hoy.


Oh, Señor, perdona a tu pueblo Israel, al que rescataste, y no permitas que en medio de Israel, tu pueblo, se derrame sangre inocente; así se verán libres de la venganza de la sangre.


La porción del Señor fue su pueblo; / Jacob, la parte de su herencia.


Porque el Señor os amó y porque ha querido cumplir el juramento hecho a vuestros padres, os ha sacado de Egipto con mano poderosa y os ha librado de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto.


y me dijo: Levántate y baja rápido de aquí, porque tu pueblo, el que has sacado de Egipto, ha prevaricado: pronto se ha desviado del camino que yo le ordené y se han hecho una imagen de metal fundido.


Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac y Jacob. No te fijes en la terquedad de este pueblo, en su crimen y en su pecado,


Pero son tu pueblo, tu heredad, que rescataste con tu mano fuerte y tu brazo poderoso.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


y entró de una vez para siempre en el santuario, no con sangre de machos cabríos y de becerros, sino con su propia sangre, adquiriéndonos una liberación eterna.


Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.


Samuel tomó un cordero de leche y lo ofreció entero en holocausto al Señor. Samuel rogó al Señor por Israel, y el Señor le escuchó.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite