Deuteronomio 8:18 - Biblia Martin Nieto

¹⁸ Acuérdate del Señor, tu Dios: es él quien te ha dado esta fuerza y te ha procurado este poder, cumpliendo así hasta el día de hoy la alianza que hizo con tus padres.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante un juramento.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Más bien acuérdate de Yavé, tu Dios, que te dio fuerzas para conseguir este bienestar, cumpliendo así la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en este día sucede.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Antes bien, recordarás a YHVH tu Dios, pues Él es quien te da fuerza para hacer riqueza, a fin de confirmar el pacto que juró a tus padres, como se ve en este día.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ Acuérdate de Yahveh, tu Dios, que fue quien te dio fuerza para procurarte riqueza, a fin de establecer la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en el presente se ve.

Deuteronomio 8:18 Referans Kwoze

Génesis 32:14

Y pasó allí aquella noche. Después tomó de lo que traía para hacer un regalo a su hermano Esaú:

1 Crónicas 29:12

La riqueza y la gloria te preceden, tú eres el dueño de todo, en tu mano está la fuerza y el poder, en tu mano encuentran estabilidad y grandeza todas las cosas.

2 Crónicas 25:9

Amasías contestó al hombre de Dios: '¿Y los tres mil cuatrocientos kilos de plata que he entregado a las tropas de Israel?'. El hombre de Dios respondió: 'Mucho más que eso puede darte el Señor'.

Salmos 144:1

De David

Salmos 44:3

Expulsaste naciones y los plantaste a ellos, exterminaste pueblos para hacerlos crecer.

Proverbios 10:22

La bendición del Señor es lo que enriquece, nuestro esfuerzo no le añade nada.

Eclesiastés 12:1

Y acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos y que lleguen los años de los que tú dirás: 'No encuentro placer en ellos';

Eclesiastés 9:11

También he visto bajo el sol que ni es de los veloces la carrera, ni de los valientes el combate, ni de los sabios el pan, ni de los inteligentes la riqueza, ni de los instruidos la estima, porque el tiempo y la mala suerte alcanzan a todos.

Jeremías 23:27

Con los sueños que se cuentan unos a otros tratan de hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal.

Oseas 2:8

Por eso voy a cerrar su camino con espinos, voy a cercarla con una valla para que no encuentre más sus senderos;

Deuteronomio 26:10

Y ahora aquí traigo las primicias de los frutos de la tierra que el Señor me ha dado. Las dejarás delante del altar del Señor, tu Dios, y te postrarás en su presencia.

Deuteronomio 6:11

las casas llenas de toda suerte de bienes que tú no llenaste, las cisternas que tú no excavaste, las viñas y olivares que tú no plantaste, cuando hayas comido hasta saciarte,

Deuteronomio 7:12

Por haber escuchado estos mandamientos, haberlos guardado y puesto en práctica, el Señor, tu Dios, mantendrá contigo la alianza y la misericordia que juró a tus padres.

Deuteronomio 7:8

Porque el Señor os amó y porque ha querido cumplir el juramento hecho a vuestros padres, os ha sacado de Egipto con mano poderosa y os ha librado de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto.

Deuteronomio 8:1

Guardad con cuidado y poned en práctica todos los mandamientos que hoy os prescribo para que viváis, os multipliquéis y entréis a poseer la tierra que el Señor juró a vuestros padres.

Jueces 3:7

Los israelitas hicieron lo que desagrada al Señor. Olvidaron al Señor, su Dios, para adorar a los baales y las aserás.

Jueces 7:2

El Señor dijo a Gedeón: 'El pueblo que está contigo es excesivamente numeroso para que yo entregue a los madianitas en vuestras manos. Israel podría gloriarse contra mí, diciendo: Es mi propia mano la que me ha librado.

1 Samuel 2:7

El Señor empobrece y enriquece, el Señor humilla y enaltece.