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Deuteronomio 10:12 - Biblia Martin Nieto

12 Y ahora, Israel, ¿qué es lo que te pide el Señor, tu Dios? Que respetes al Señor, tu Dios; que sigas sus caminos, que le sirvas y que le ames con todo tu corazón y con toda tu alma;

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Biblia Reina Valera 1960

12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 »Y ahora, Israel, ¿qué requiere el Señor tu Dios de ti? Solo requiere que temas al Señor tu Dios, que vivas de la manera que le agrada y que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Ahora, pues, Israel, ¿qué es lo que pide Yavé, tu Dios, sino que temas a Yavé, tu Dios, que sigas todos sus caminos y que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma?

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y ahora Israel, ¿qué te pide YHVH tu Dios, sino que temas a YHVH tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a YHVH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Y ahora, Israel, ¿qué es lo que te pide Yahveh, tu Dios, sino que temas a Yahveh, tu Dios, sigas todos sus caminos, ames y sirvas a Yahveh, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma,

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Deuteronomio 10:12
55 Referans Kwoze  

Y Salomón, aunque amaba al Señor, siguiendo las normas de su padre, David, sacrificaba él mismo y quemaba incienso en las colinas.


Pero Jehú no se cuidó de seguir la ley del Señor, Dios de Israel, con todo su corazón, y no se apartó del pecado de Jeroboán, el que hizo pecar a Israel.


Hizo lo que es justo a los ojos del Señor, como su padre David.


Vivió unido al Señor y no se separó de él, guardando los preceptos que el Señor había ordenado a Moisés.


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.


Se comprometieron con un pacto a buscar al Señor, Dios de sus padres, con todo su corazón y toda su alma.


Si escuchan y se someten, acaban sus días en ventura, y en delicias sus años.


dichosos los que guardan sus decretos, los que lo buscan de todo corazón;


el Señor guarda a todos sus amigos, y extermina a todos los malvados.


Al maestro de coro. Del siervo de Dios, David, que entonó a Dios este cántico después de haber sido liberado de sus enemigos, especialmente de Saúl


Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el hombre que se refugia en él.


y yo los abandoné a su corazón endurecido para que vivieran a su antojo.


¡Ah!, si mi pueblo me escuchara, si Israel siguiera mis caminos,


Si servís al Señor, vuestro Dios, él bendecirá tu pan y tu agua; y yo alejaré de ti toda enfermedad.


Fin del discurso. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque en eso consiste ser hombre.


para que caminen conforme a mis leyes, guarden mis preceptos y los pongan en práctica. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.


Se te ha dado a conocer, oh hombre, lo que es bueno, lo que el Señor exige de ti. Es esto: practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.


Yo daré entonces a los pueblos labios puros para que invoquen todos el nombre del Señor y le sirvan de común acuerdo.


Él le dijo: 'Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.


Él le contestó: 'Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo'.


Mas, ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta y de la ruda y de todas las legumbres, y olvidáis la justicia y el amor de Dios! ¡Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra!


La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría; se consolidaba y progresaba en la fidelidad al Señor, y se extendía alentada por el Espíritu Santo.


Dios, a quien sirvo de todo corazón predicando el evangelio de su Hijo, es testigo de que os recuerdo constantemente,


Y sabemos que Dios ordena todas las cosas para bien de los que le aman, de los que han sido elegidos según su designio.


Pero me dijo: Anda y ponte a la cabeza del pueblo para que entren a tomar posesión de la tierra que les voy a dar, como prometí a sus padres.


que guardes sus mandamientos y sus leyes, que hoy te prescribo yo, para que seas feliz.


Ama al Señor, tu Dios, y cumple siempre lo que te ha ordenado: sus leyes, sus preceptos, sus mandamientos.


Si cumplís los mandamientos que yo os prescribo hoy, amando al Señor vuestro Dios y sirviéndole con todo vuestro corazón y toda vuestra alma,


Hoy te manda el Señor, tu Dios, poner por obra estos preceptos y mandatos. Guárdalos y ponlos en práctica con todo tu corazón y toda tu alma.


Obedecerás al Señor, tu Dios, y pondrás en práctica los mandamientos y las leyes que yo te prescribo hoy'.


Si obedeces los mandamientos del Señor, tu Dios, que yo te prescribo hoy; si le amas, si sigues sus caminos, si guardas sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, vivirás y te multiplicarás y él te bendecirá en la tierra que vas a ocupar.


amando al Señor, tu Dios, obedeciéndole y estando unido a él. Ahí está tu vida y tu supervivencia en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.


Allí buscarás al Señor, tu Dios, y le hallarás si le buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.


¡Oh, si tuvieran siempre ese mismo corazón, siempre me temerían, guardarían mis mandamientos y serían felices ellos y sus hijos!


Seguid en todo el camino que os ha mandado el Señor, vuestro Dios; de esta manera viviréis y seréis felices y serán largos vuestros días en la tierra que vais a poseer.


Teme al Señor, tu Dios, sírvele a él y jura en su nombre.


para que temas al Señor, tu Dios, tú y tus hijos y tus nietos, guardando todos los días de tu vida todas las leyes y mandamientos que yo te impongo hoy, y de esta manera viváis largos años.


Y el Señor nos ha ordenado poner en práctica todas estas leyes y temer al Señor, nuestro Dios, para que seamos dichosos y vivamos, como nos ha concedido hasta ahora.


Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.


El fin de esta recomendación es establecer el amor, que procede de un corazón puro, de una conciencia buena y de una fe sincera.


Así pues, puesto que entramos en posesión de un reino inmutable, retengamos firmemente la gracia, y por ella ofrezcamos a Dios un culto agradable con reverencia y con respeto.


Pero poned sumo empeño en cumplir los mandamientos y la ley que os mandó Moisés, siervo del Señor, en amar al Señor, vuestro Dios, seguir sus caminos, observar sus mandamientos, permanecer unidos a él y en servirlo con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma'.


Respetad al Señor y servidle con perfección y fidelidad, alejad los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Señor.


No améis al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.


¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?


Samuel les dijo: 'No tengáis miedo; es verdad que habéis cometido esa gran maldad; pero ahora no os apartéis del Señor y servidle con todo vuestro corazón.


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