Entonces se hizo pedazos todo: el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y fueron arrebatados por el viento sin que quedara rastro alguno de ellos; en cambio, la piedra que había herido a la estatua se convirtió en un gran monte, que llenó la tierra entera.
yo me portaré con vosotros de la misma manera; haré venir sobre vosotros el espanto, epidemia y fiebre, enfermedades de los ojos y agotamiento de la vida. Sembraréis en vano, pues los enemigos comerán el fruto de vuestras semillas.
Comerán las crías de tus ganados y los frutos de tu tierra hasta arruinarte; no te dejarán nada, ni trigo, ni mosto, ni aceite, ni las crías de tus vacas, ni los corderos de tus ovejas, hasta exterminarte.
El ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina de Ofrá, que pertenecía a Joás, de Abiezer. Gedeón, su hijo, estaba limpiando el trigo en el lagar para ocultarlo a Madián.
acampaban en su tierra, devastaban las mieses de la región hasta cerca de Gaza, y no dejaban a Israel medio alguno de subsistencia, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.