Proverbios 14:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁶ El que obedece a Dios ya tiene un poderoso protector para él y para sus hijos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁶ En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁶ Los que temen al Señor están seguros; él será un refugio para sus hijos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁶ El que teme a Yavé tiene un apoyo firme, sus hijos podrán confiar en él.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁶ En el temor de YHVH hay fuerte confianza, Que servirá de refugio a los hijos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁶ El temor de Yahveh es asilo seguro: en él tienen los hijos refugio.

Proverbios 14:26 Referans Kwoze

Génesis 31:42

¡Qué bueno que el Dios de mi abuelo Abraham me brindó su ayuda! El Dios de mi padre Isaac fue bueno conmigo, pues me vio cansado y afligido, y anoche te reprendió. Si Dios no lo hubiera hecho, tú me habrías despedido sin nada.

Salmos 112:1

¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Dios bendice a quienes lo adoran y gozan cumpliendo sus mandamientos!

Proverbios 14:27

El que obedece a Dios tiene larga vida; ha escapado de la muerte.

Proverbios 18:10

Dios es como una alta torre; hacia él corren los buenos para ponerse a salvo.

Proverbios 19:23

Obedece a Dios y vivirás; así dormirás tranquilo y no tendrás ningún temor.

Proverbios 20:7

Dios bendice a los hijos del hombre honrado, cuando ellos siguen su ejemplo.

Eclesiastés 7:18

No te vayas a los extremos. Respeta a Dios y todo te saldrá bien.

Isaías 33:6

nos haces vivir seguros; tu sabiduría y tus conocimientos nos han dado la salvación; ¡el obedecerte es nuestro tesoro!

Jeremías 15:11

»Dios prometió protegerme en momentos difíciles, y hacer que mis enemigos me pidieran compasión».

Malaquías 4:2

2 (3.20) »Para ustedes, que me respetan, la justicia brillará como el sol y les traerá mi salvación. Entonces ustedes saltarán de alegría, como saltan los terneros cuando salen del establo.

Hechos 9:31

En las regiones de Judea, Galilea y Samaria, los miembros de la iglesia vivían sin miedo de ser maltratados. Seguían adorando al Señor, y cada día confiaban más en él. Con la ayuda del Espíritu Santo, cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor Jesús.