13 Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley.
13 El 9 de octubre los jefes de familia de todo el pueblo, junto con los sacerdotes y los levitas, se reunieron con el escriba Esdras para repasar la ley más detalladamente.
13 Al segundo día, los jefes de familia del pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron junto al escriba Esdras para estudiar las palabras de la Ley.
13 Al día siguiente se reunieron los cabezas de las casas paternas de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas, junto a Esdras el escriba, para profundizar las palabras de la Ley.
13 El segundo día, los cabezas de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron en torno al escriba Esdras para comprender mejor las palabras de la ley.
Y a toda la gente que se había reunido, Ezequías le regaló mil toros y siete mil ovejas; lo mismo hicieron los principales jefes: le regalaron al pueblo mil toros y diez mil ovejas. Muchísimos sacerdotes hicieron la ceremonia de preparación para servir a Dios. Era tanta la alegría de todos los que se habían reunido, que decidieron seguir celebrando la fiesta otros siete días.
Así que todos se fueron y organizaron una gran fiesta para celebrar que habían entendido la lectura del libro de la Ley. Todos fueron invitados a la fiesta, y comieron y bebieron con alegría.
Se dieron cuenta entonces de que Dios había ordenado por medio de Moisés que todos ellos debían vivir en enramadas durante la fiesta religiosa del mes de Etanim.
Los dos se dijeron: «¿No es verdad que, cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la Biblia, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros corazones?»