Después de esto, Manasés construyó una muralla más alta alrededor de la Ciudad de David. Esta empezaba al oeste de Guihón, pasaba por el arroyo y llegaba al Portón del Pescado, y finalmente rodeaba el monte Ófel. Luego puso a los jefes de su ejército en todas las ciudades de Judá que tenían murallas.
pasando por la entrada de Efraín, la entrada de Jesaná, la de los Pescados, la torre de Hananel y la torre de los Cien, hasta la entrada de las Ovejas. Nos detuvimos en la entrada de la Guardia.
También le pedí una carta para Asaf, que era el guardabosque del rey. Asaf debía entregarme madera para las puertas de la torre, la cual estaba cerca del templo de Dios, y también para los muros de protección de la ciudad y para mi casa. El rey me dio todo lo que le pedí, porque mi buen Dios me estaba ayudando.
La siguiente sección del muro fue reparada por Meremot hijo de Urías y nieto de Cos. La reparación de la siguiente sección la hizo Mesulam hijo de Berequías, y nieto de Mesezabel. La siguiente sección fue reparada por Sadoc hijo de Baaná.
Joiadá hijo de Paséah y Mesulam hijo de Besodías, repararon la entrada de Jesaná. Le pusieron vigas y colocaron los portones con sus cerrojos y barras.
Sambalat, Tobías, Guésem el árabe, y nuestros otros enemigos se enteraron de que habíamos terminado de reparar el muro, y que ya no quedaban secciones caídas, aunque todavía no habíamos colocado los portones en su lugar.
Cuando se terminó de reparar el muro, se colocaron los portones en su lugar y se eligieron los guardias de las entradas, los cantores y los ayudantes de los sacerdotes.