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Mateo 18:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

24 »Cuando comenzó a sacar cuentas, le llevaron un empleado que le debía sesenta millones de monedas de plata.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y cuando comenzó a arreglarlas, le fue presentado uno que debía diez mil talentos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Cuando comenzó a saldarlas, le presentaron a uno que le debía diez mil talentos.

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Mateo 18:24
17 Referans Kwoze  

El mayordomo respondió: —De acuerdo. Que sea como ustedes quieran. Pero solo quien tenga la copa será mi esclavo; a los demás no se les acusará de nada.


Ciento sesenta y cinco mil kilos y diez mil monedas de oro, trescientos treinta mil kilos de plata, cerca de seiscientos mil kilos de bronce, tres millones trescientos mil kilos de hierro.


le dije: «¡Dios mío, qué vergüenza! ¡Estoy tan confundido que no sé cómo hablarte! Nuestros pecados son tantos que si los pusiéramos uno sobre otro llegarían hasta el cielo.


4 (5) Ya no aguanto mi maldad; ¡no soporto carga tan pesada!


12 (13) Son tantas mis maldades que no las puedo contar; me dominan, me tienen acorralado, ya no puedo ver, ya no me quedan fuerzas. ¡Tengo más pecados que pelos en la cabeza!


»En el reino de Dios sucede algo parecido a lo que cierta vez sucedió en un país. El rey mandó llamar a sus empleados para que le informaran cómo andaban sus negocios y para que le pagaran todo lo que le debían.


Como el empleado no tenía dinero para pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa y sus hijos, y que vendieran también todo lo que tenía. Así, con el dinero de esa venta, la deuda quedaría pagada.


El hombre sabía muy bien lo que cada uno podía hacer. Por eso, a uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. Luego se fue de viaje.


»El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil.


Llegó el que había recibido cinco mil monedas, se las entregó junto con otras cinco mil y le dijo: “Señor, usted me dio cinco mil monedas, y aquí tiene otras cinco mil que yo gané.”


»Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”


»Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible.


Acuérdense de los dieciocho que murieron cuando se les vino encima la torre que se derrumbó en Siloé. ¿Creen ustedes que eso les pasó porque eran más malos que todos los habitantes de Jerusalén?


»El empleado llamó a cada uno de los que le debían algo a su patrón, y al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi patrón?”


Luego le preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto le debes a mi patrón?” Ese hombre respondió: “Diez mil kilos de trigo.” El empleado le dijo: “Toma tu cuenta y anota ocho mil kilos.”


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