Mateo 1:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual7 Roboam, Abías, Asá, Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19607 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente7 Salomón fue el padre de Roboam. Roboam fue el padre de Abías. Abías fue el padre de Asa. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)7 Salomón fue padre de Roboam, que fue padre de Abías. Luego vienen los reyes Asá, Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion7 y Salomón engendró a Roboam, y Roboam engendró a Abías, y Abías engendró a Asa,° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19757 Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Gade chapit la |
En cuanto Roboam se dio cuenta de que su reino era firme y poderoso, él y todo el pueblo de Israel dejaron de obedecer la ley de Dios. Por esa razón, cuando Roboam cumplió cinco años en el reinado, Dios permitió que Sisac, rey de Egipto, conquistara a los israelitas. Sisac tenía un ejército de mil doscientos carros de combate y sesenta mil jinetes; además, venían con él soldados libios, suquienos y etíopes, en tal cantidad que no se podían contar. El rey de Egipto fue conquistando, una tras otra, las ciudades y fortalezas de Judá, y finalmente llegó hasta Jerusalén. Los principales jefes de Judá se habían reunido allí con Roboam, y fue entonces cuando el profeta Semaías les dijo: «Este es el mensaje de Dios para ustedes: “Como se olvidaron de mí, ahora yo los abandono y los dejo bajo el poder de Sisac”». Entonces los jefes y el rey reconocieron con humildad su maldad y confesaron: «¡El castigo de Dios es justo!» Cuando Dios se dio cuenta de que habían reconocido con humildad su pecado, les mandó este mensaje por medio de Semaías: «Ustedes han sido humildes al reconocer su pecado, y por eso no dejaré que Sisac destruya por completo Jerusalén. En poco tiempo los liberaré de su poder. Sin embargo, para que sepan cuán diferente es servirme a mí, que servir a los reyes de este mundo, serán servidores del rey de Egipto». Entonces Sisac atacó y conquistó a Jerusalén. Se llevó todos los tesoros del templo de Dios y del palacio real, incluyendo los escudos de oro que había hecho Salomón.