Malaquías 2:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual4-5 »Si les advierto esto, es para que sepan que quiero cumplir el pacto que hice con Leví, el antepasado de ustedes. Con ese pacto me comprometí a darle vida y paz; Leví, por su parte, se comprometió a respetarme y honrarme, y así lo hizo. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así fue. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19604 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente4 Entonces por fin sabrán que fui yo quien les envió esta advertencia, para que mi pacto con los levitas continúe», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)4 Y comprobarán que yo he sido quien les hizo esta advertencia para restaurar mi alianza con Leví, declara Yavé de los Ejércitos. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion4 Y sabréis que Yo os envié este mandamiento, para que mi pacto pueda ser con Leví, dice YHVH Sebaot. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19754 Así sabréis que os he dado esta orden, para que se mantenga mi alianza con Leví -dice Yahveh Sebaot-. Gade chapit la |
No le dan ninguna importancia a mi templo; al contrario, dejan entrar en él a extranjeros, que ni en su cuerpo ni en su mente llevan la señal de mi pacto. Dejan en manos de esa gente el culto en el templo, que es algo muy especial y que a ustedes les corresponde hacer. Además, ustedes me faltan al respeto, pues me presentan grasa y sangre como ofrenda. Con esos actos repugnantes, ustedes faltan a mi pacto.
El Dios todopoderoso ha dicho: «¡Miren al mensajero de mi pacto! Ustedes esperan su llegada, y él ya se ha puesto en marcha. Lo estoy enviando delante de mí, para que me prepare el camino. Cuando menos lo esperen, yo entraré en mi templo. Yo soy el Dios todopoderoso, a quien ustedes buscan. »Mi mensajero ya viene. Pero, cuando llegue, nadie va a poder resistir su presencia. ¡Ese día nadie va a poder mantenerse en pie! Mi mensajero es como el fuego que purifica los metales; es como el jabón que limpia la mugre.
»Para el servicio en el santuario del pacto, tú y tus descendientes podrán pedir la ayuda de sus hermanos de la tribu de Leví. Yo mismo los elegí de entre todas las tribus de Israel, y ahora se los entrego a ustedes para que los ayuden en su servicio en el santuario. Ellos podrán ayudarlos, aunque no podrán tocar los objetos sagrados del santuario ni del altar. Si lo hacen, tanto ellos como ustedes morirán. »Solo ustedes podrán trabajar como sacerdotes en el altar y en el Lugar Santísimo. Solo ustedes cuidarán del altar y de todos los objetos sagrados que hay en el santuario. Los demás descendientes de Leví podrán estar con ustedes, y ayudarlos en todo lo que hagan. Pero no permitirás que nadie más se acerque a ustedes. Cumplan con esto, y no volveré a enojarme con los israelitas, ni a castigarlos. Cualquiera que haga trabajos sacerdotales y no sea sacerdote, será condenado a muerte».
«El día en que le quité la vida al primer hijo de cada familia egipcia, decidí que los israelitas debían entregarme todo primer hijo varón, tanto de personas como de animales. En lugar de sus hijos quiero que me consagren a los descendientes de Leví para que estén a mi servicio y me pertenezcan de manera especial. Yo soy el Dios de Israel».
«Los descendientes de Leví me pertenecen y ocuparán el lugar de todos los primeros hijos varones de los israelitas. También el ganado de ellos me pertenece en lugar del ganado del pueblo. Como los primeros hijos varones de los israelitas son más numerosos que los descendientes de Leví, se podrá rescatar a los doscientos setenta y tres que hay de más. Para rescatarlos se pedirá a cada persona cinco monedas de plata, de once gramos cada una. Esa es la cantidad aprobada para las ofrendas que se entregan en el santuario. Ese dinero les pertenece a Aarón y a sus descendientes. Yo soy el Dios de Israel».