33 y apoyando su mano sobre la cabeza de la víctima por el pecado, la degollará en sacrificio por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto.
Como el rey les había ordenado que presentaran la ofrenda para el perdón del pecado de todo el pueblo, los sacerdotes tomaron los cabritos y le pidieron al rey y a los que estaban reunidos con él, que pusieran las manos sobre los animales. Entonces los sacerdotes mataron a los cabritos y derramaron su sangre sobre el altar.
y allí pondrá su mano sobre la cabeza del ternero, y lo matará. Así, yo recibiré su ofrenda con agrado, y le perdonaré sus pecados. »Los sacerdotes me presentarán la sangre del ternero, y luego la derramarán en los cuatro costados del altar.