Jueces 2:5 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁵ Por eso llamaron Boquim a ese lugar, y allí ofrecieron sacrificios a Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Por eso llamaron al lugar Boquim (que significa «llanto»), y allí le ofrecieron sacrificios al Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Por eso llamaron a aquel lugar Boquim y ofrecieron allí sacrificios a Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Y llamaron el nombre de aquel lugar Bojim.° Y allí ofrecieron sacrificios a YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Llamaron a este lugar Bojín y ofrecieron allí sacrificios a Yahveh.

Jueces 2:5 Referans Kwoze

Génesis 35:8

En esos días murió Débora, la mujer que había cuidado de Rebeca desde niña, y la enterraron bajo un árbol cerca de Betel. Por eso a ese lugar se le conoce como «El árbol del llanto».

Josué 7:26

y colocaron un montón de piedras que todavía está allí. Por eso el lugar se llama valle de Acor. Así Dios calmó su enojo.

Jueces 13:19

Así que Manoa tomó el cabrito y la ofrenda de cereales, los colocó sobre una roca, y los ofreció en sacrificio a Dios. En ese momento sucedió algo maravilloso:

Jueces 2:1

El ángel de Dios salió de Guilgal y fue a Boquim para darles a los israelitas el siguiente mensaje de parte de Dios: «Yo los saqué a ustedes de Egipto y los traje al territorio que les había prometido a sus antepasados. A ellos les dije: “Yo les cumpliré mi promesa,

Jueces 2:4

Cuando el ángel de Dios terminó de hablar, los israelitas comenzaron a llorar y a gritar.

Jueces 2:6

Josué despidió a los israelitas, y estos fueron a establecerse en el territorio que a cada uno le había tocado.

Jueces 6:24

Entonces Gedeón edificó allí un altar a Dios, y le puso por nombre «Dios es paz». Hasta el momento en que este relato se escribe, este altar todavía está en Ofrá, ciudad del grupo familiar de Abiézer.

1 Samuel 7:9

Samuel tomó un cordero y, mientras lo sacrificaba, le rogó a Dios que ayudara a su pueblo. Mientras tanto, los filisteos iban acercándose para atacar a Israel. Pero Dios escuchó a Samuel, y envió fuertes y espantosos truenos. Cuando los filisteos los oyeron, se llenaron de terror y salieron corriendo.