Jeremías 9:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual3 3 (2) Dios dijo: «Esta gente dice que me ama, pero en este país todos mienten y todo va de mal en peor. ¡Este pueblo dice más mentiras que las flechas que un guerrero dispara en la batalla! Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 «Mi pueblo encorva sus lenguas como arcos para lanzar mentiras. Se rehúsan a defender la verdad; solo van de mal en peor. Ellos no me conocen», dice el Señor. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 Que cada uno desconfíe de su amigo y que no tenga confianza ni en su hermano, porque el hermano sólo piensa en suplantar al otro y el amigo anda levantando calumnias. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 Tensan su lengua como arco suyo, Lanzan mentiras, Y la verdad no prevalece en la tierra, Porque proceden de mal en mal, Y a mí no me conocen, dice YHVH. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 Guardaos bien unos de otros, y en ningún hermano confiéis; pues todo hermano pone zancadillas y todo amigo anda con calumnias. Gade chapit la |
Los hijos de Elí eran muy malos y no respetaban ni obedecían a Dios. Hacían cosas terribles con las ofrendas que la gente llevaba al santuario. Por ejemplo, la Ley de Dios decía que, al presentar las ofrendas, primero se debía quemar la grasa del animal y luego darle al sacerdote una porción de la carne. Sin embargo, cuando la gente apenas iba a quemar la grasa, venía un sirviente de los hijos de Elí y le decía al que presentaba la ofrenda: «Dame la carne que le toca al sacerdote, para que yo se la prepare. Debo llevarla cruda porque el sacerdote no la quiere ya cocida». A veces alguien contestaba: «Déjame quemar primero la grasa, y luego te llevarás lo que gustes». Pero el sirviente le respondía: «Si no me la das ahora, me la llevaré por la fuerza». Muchas veces el sirviente llegaba con un tenedor, lo metía en la olla donde se estaba cocinando la carne, y todo lo que sacaba era para los hijos de Elí.