Jeremías 7:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁸ ’¡Pero ustedes creen en las mentiras que les dicen, y que no les sirven para nada!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ »”No se dejen engañar ni crean que nunca tendrán que sufrir porque el templo está aquí. ¡Es una mentira!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Pero ustedes se fían de palabras engañosas e inútiles.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ He aquí que os confiáis en palabras engañosas que no aprovechan.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Mirad que vosotros confiáis en palabras engañosas, que de nada sirven.

Jeremías 7:8 Referans Kwoze

Isaías 28:15

»Ustedes se sienten muy seguros por haber hecho un trato con Egipto; pero es un trato de muerte, es un trato engañoso.

Isaías 30:10

No quieren que los videntes cuenten sus visiones; tampoco quieren que los profetas les digan la verdad. Prefieren que les hablen de cosas agradables; prefieren seguir creyendo que todo les saldrá bien.

Isaías 59:4

Nadie se presenta ante el juez con buenas intenciones, y en los juicios falta la honradez. Confían en la mentira y nadie dice la verdad. Están llenos de maldad y no lo disimulan.

Jeremías 13:25

¡Eso es lo que se merecen, ya que ustedes se olvidaron de mí, y decidieron confiar en dioses falsos!

Jeremías 23:26

¡Eso lo inventaron ellos! ¿Cuándo dejarán de mentir?

Jeremías 28:15

Entonces yo le dije a Hananías: —Ahora escúchame tú, señor profeta. Tú estás haciendo que este pueblo crea en una mentira, pues Dios nunca te envió a hablarles.

Jeremías 4:10

Yo, Jeremías, dije: «Poderoso Dios de Israel, ¿por qué has engañado a los que viven en Jerusalén? ¿Por qué les prometiste que vivirían en paz, cuando en realidad viven en constante peligro de muerte?»

Jeremías 5:31

Los profetas solo dicen mentiras, los sacerdotes enseñan lo que quieren, y mi pueblo parece estar feliz. Pero cuando llegue el desastre, nadie acudirá en su ayuda».

Jeremías 8:10

Castigaré a todos los de Judá; sus casas, campos y mujeres pasarán a manos de otros. Les juro que así será. »Todos desean lo que no es suyo, desde el más chico hasta el más grande. Ya no se puede confiar ni en el profeta ni en el sacerdote.