17 (18) Al verlos, David salió a su encuentro y les dijo: «Si sus intenciones son buenas y vienen para ayudarme, acepto de todo corazón que se unan a mi tropa; pero si lo que quieren es traicionarme y entregarme a mis enemigos, ¡que nuestro Dios los castigue! Yo a nadie le he causado daño, pues no soy un criminal».
»Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob: haz que tu pueblo tenga siempre esta manera de pensar y de sentir, y que te ame con todo el corazón.
Nosotros vimos todas las cosas que Jesús hizo en la ciudad de Jerusalén y en todo el territorio judío. Y también vimos cuando lo mataron clavándolo en una cruz.
Entonces él me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas sus planes. Él quiere que veas a Jesús, quien es justo, y que oigas su voz.
Pero Cristo prefirió recibir por nosotros la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. De ese modo nos salvó. Porque la Biblia dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero.»
Cristo hizo suyos nuestros pecados, y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de hacer el mal, y vivamos haciendo el bien. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.