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Hebreos 3:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

7 Por eso hay que hacer lo que el Espíritu Santo dice: «Si hoy escuchan la voz de Dios,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Escuchemos lo que dice el Espíritu Santo: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Por lo cual, así como dice el Espíritu Santo: Hoy, si oís su voz,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Por eso, como dice el Espíritu Santo, Sii escucháis hoy su voz,

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Hebreos 3:7
27 Referans Kwoze  

«Estas palabras no son mías; son palabras del espíritu de Dios, que habla por medio de mí.


11 (12) »Pero mi pueblo Israel no quiso prestarme atención.


13 (14) »¡Cómo me gustaría que mi pueblo me escuchara! ¡Cómo quisiera que Israel hiciera lo que yo quiero!


No presumas hoy de lo que piensas hacer mañana; ¡nadie sabe lo que traerá el futuro!


Y todo lo que podamos hacer, hagámoslo con alegría. Vamos camino a la tumba, y allá no hay trabajo ni planes, ni conocimiento ni sabiduría.


»¡Vengan a mí y presten atención; obedézcanme y vivirán! Yo me uniré a ustedes para siempre, y así cumpliré las promesas que hice a mi amado rey David.


Isaías dijo: «Ahora es el momento oportuno: ¡busquen a Dios!; ¡llámenlo ahora que está cerca!


Mientras Pedro hablaba, una nube brillante vino y se detuvo sobre ellos. Desde la nube se oyó una voz que decía: «Este es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Ustedes deben obedecerlo.»


Jesús les dijo: —Con la ayuda del Espíritu Santo, David escribió: “Dios le dijo a mi Señor el Mesías: ‘Siéntate a la derecha de mi trono hasta que yo derrote a tus enemigos.’” »A ver, explíquenme: Si el rey David llama Señor al Mesías, ¿cómo puede el Mesías ser su descendiente? ¡Hasta David lo considera más importante que él mismo!


Recuerden que el Espíritu Santo dijo lo siguiente a través de David: “Dios le dijo a mi Señor el Mesías: ‘Siéntate a la derecha de mi trono, hasta que yo derrote a tus enemigos.’”


También tengo otros seguidores que ustedes no conocen; son ovejas que traeré de otro corral, y me obedecerán. Así tendré un solo grupo de seguidores, y yo seré su único pastor.


Mis seguidores me conocen, y yo también los conozco a ellos. Son como las ovejas, que reconocen la voz de su pastor, y él las conoce a ellas. Mis seguidores me obedecen,


El que cuida la entrada le abre, y el pastor llama a cada una de sus ovejas por nombre, y ellas reconocen su voz. Luego el pastor las lleva fuera del corral,


Una cosa es cierta: ahora es cuando los que viven alejados de Dios me oirán a mí, que soy su Hijo. Si me obedecen, tendrán la vida eterna.


«Queridos amigos, todos sabemos que a Jesús lo arrestaron porque Judas llevó a los enemigos de Jesús hasta donde él estaba. Eso ya lo había anunciado el Espíritu Santo por medio de David. Así lo dice la Biblia, y así sucedió.


Y como no pudieron ponerse de acuerdo, decidieron retirarse. Pero antes de hacerlo, Pablo les dijo: «El Espíritu Santo dijo lo correcto cuando, por medio del profeta Isaías, les habló a los antepasados de ustedes:


Entonces el Espíritu de Dios le dijo a Felipe: «Acércate al carruaje, y camina junto a él.»


Así lo asegura el Espíritu Santo cuando dice:


Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando. Así nadie dejará de obedecer a Dios, ni pensará que, si peca, hace el bien.


Por eso la Biblia dice: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tercos, como aquellos israelitas que no quisieron obedecerlo.»


porque él nos dio una nueva oportunidad, como lo dijo por medio de David en el pasaje de la Biblia, que ya mencionamos: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos.»


De este modo el Espíritu Santo da a entender que, cuando aún existía el santuario, la entrada al Lugar Santísimo no le estaba permitida a cualquiera.


Ningún profeta habló por su propia cuenta. Al contrario, todos ellos hablaron de parte de Dios y fueron guiados por el Espíritu Santo.


’Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo.


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