Ezequiel 4:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual3 »Después de eso coloca una lámina de hierro entre la ciudad y tú, como si la lámina fuera una muralla, y haz como si estuvieras por atacarla. Esto será una señal para los israelitas. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 Tómate también una plancha de hierro, y ponla en lugar de muro de hierro entre ti y la ciudad; afirmarás luego tu rostro contra ella, y será en lugar de cerco, y la sitiarás. Es señal a la casa de Israel. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 Luego toma una plancha de hierro y colócala entre tú y la ciudad. Dirígete a la ciudad y demuestra lo terrible que será el ataque contra Jerusalén. Esto será una advertencia al pueblo de Israel. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 Después tomarás una sartén de hierro que pondrás cual muralla de hierro entre ti y la ciudad, y te quedarás vigilándolas; tú le pondrás sitio y quedará sitiada. Esta será una señal para la casa de Israel. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 Tómate también una sartén de hierro y ponla como vallado de hierro entre ti y la ciudad; dirige contra ella tu rostro: quedará sitiada y le apretarás el cerco. Es una señal para la casa de Israel. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 'Toma luego una sartén de hierro y ponla como muro de hierro entre ti y la ciudad; tendrás constantemente fija tu mirada en ella, de modo que esté en estado de asedio, y la asediarás. Esto es una señal para la casa de Israel.' Gade chapit la |
Durante más de año y medio la tuvieron rodeada, y finalmente pudieron abrirse paso a través de un hueco en el muro de la ciudad. Por ese hueco pasaron todos los jefes del rey de Babilonia, y fueron a instalarse en la entrada principal. Los jefes eran: Nergal-sarézer, Samgar, Nebo-sarsequim, que era un alto oficial, otro Nergal-sarézer, que también era un alto funcionario, y todos los otros jefes del rey de Babilonia. Esto ocurrió el día nueve del mes de Tamuz, del año once del reinado de Sedequías.
Cuando Jerusalén haya sido conquistada, irás al centro de la ciudad y quemarás allí una tercera parte del pelo. Otra tercera parte la cortarás con una espada y la esparcirás alrededor de la ciudad. La tercera parte restante la arrojarás al viento, para que el pelo se esparza por todos lados. Por mi parte, yo los perseguiré para destruirlos.