Eclesiastés 2:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁵ así que me puse a pensar: «¿Qué gano yo con ser tan sabio, si al fin de cuentas moriré igual que los tontos? ¡Esto no tiene ningún sentido!»

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁵ Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵ los dos mueren. Así que me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵ Me dije: 'Si la suerte del insensato es también la mía, ¿qué he ganado con mi sabiduría?' Y también en esto he visto que uno se afana por nada.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵ Entonces me dije en mi corazón: Como la suerte del necio, así me acontecerá a mí. ¿Para qué, entonces, he sido más sabio? Y me dije en mi corazón que también esto es vanidad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵ Y me dije: 'Si me aguarda la misma suerte del necio, ¿de qué sirve ser sabio?'. Y he concluido que también eso es vanidad.

Eclesiastés 2:15 Referans Kwoze

1 Reyes 3:12

voy a darte sabiduría e inteligencia. Serás más sabio que todos los que han vivido antes o vivan después de ti.

Eclesiastés 1:14

Pude darme cuenta de que no tiene sentido nada de lo que se hace en este mundo; ¡todo es como querer atrapar el viento!

Eclesiastés 1:16

Entonces me puse a pensar: «Vaya, vaya, aquí me tienen, hecho todo un gran personaje. Nunca hubo en Jerusalén nadie más sabio que yo; nunca nadie tuvo tantos conocimientos.

Eclesiastés 1:18

Lo cierto es que mientras más se sabe, más se sufre; mientras más se llena uno de conocimientos, más se llena de problemas».

Eclesiastés 2:16

Como los sabios mueren igual que los tontos, y como todo se olvida con el tiempo, después nadie vuelve a acordarse ni de unos ni de otros.

Eclesiastés 6:11

Pero nada ganamos con hablar. Mientras más hablamos, más tonterías decimos.

Eclesiastés 6:8

Al fin de cuentas, el sabio no es mejor que el tonto. Lo que el pobre necesita es superar sus problemas.