14 que pronto voy a castigarlos por los pecados que han cometido! Cuando llegue ese día, derribaré los altares que construyeron en Betel; destruiré los cuernos del altar y los arrojaré al suelo.
14 Que el día que castigue las rebeliones de Israel, castigaré también los altares de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra.
14 »El mismo día que yo castigue a Israel por sus pecados, destruiré los altares paganos en Betel. Los cuernos del altar serán cortados y caerán al suelo.
14 Cuando yo llegue a tomar cuentas de sus crímenes a Israel, ese día yo iré derecho a los altares de Betel: quebraré los cuernos del altar y los tiraré al suelo.
14 el día en que yo castigue a Israel por los crímenes que pesan sobre él, me vengaré de los altares de Betel: serán cortados los cuernos del altar y caerán por tierra.
Cuando terminó la celebración, todos los israelitas fueron a las ciudades de Judá, y a los territorios de las tribus de Benjamín, Efraín y Manasés, y destrozaron las imágenes que la gente adoraba. También destruyeron las imágenes de la diosa Astarté, y los pequeños templos de las colinas. No descansaron hasta acabar con todo eso. Luego regresaron a sus ciudades, cada uno a su hogar.
Así que vete y lleva este pueblo al país que prometí darles. Mi ángel te guiará. Pero cuando llegue el momento indicado, los castigaré por lo que han hecho.
Se acuestan con ella junto a cualquier altar; se acuestan sobre la ropa que algún pobre les dejó como garantía de pago; con el dinero de multas injustas compran vino y se emborrachan en el templo de su dios.
«¡Ya que a ustedes les gusta tanto pecar, sigan adorando a sus ídolos en el santuario de Betel y en el santuario de Guilgal! No me importa lo que hagan. Yo, el Dios de Israel, les juro que así es. »¡Sigan pecando más y más! Sigan presentando sus ofrendas todas las mañanas, y lleven cada tercer día la décima parte de sus cosechas; presenten toda clase de ofrendas, y anuncien sus ofrendas voluntarias.
Un sacerdote de Betel, llamado Amasías, mandó a decirle a Jeroboam, rey de Israel: «Amós anda haciendo planes en contra de Su Majestad. Como israelitas, no podemos dejar que siga haciéndolo.
Después de eso vi a Dios. Estaba de pie, junto al altar, y me dijo: «Golpea la parte alta de las columnas del templo, para que el templo se derrumbe y caiga sobre la gente. ¡Nadie escapará con vida! Pero si alguno logra escapar, morirá en el campo de batalla.