2 Reyes 6:27 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁷ El rey contestó: —Si Dios no te ayuda, ¿cómo quieres que te ayude yo? No tengo trigo ni vino para darte.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁷ Y él dijo: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? ¿Del granero, o del lagar?

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁷ Él le respondió: —Si el Señor no te ayuda, ¿qué puedo hacer yo? No tengo comida en el granero ni vino en la prensa para darte.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁷ Este respondió: 'Si Yavé mismo no te salva, ¿qué puedo hacer yo?'

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁷ Pero él dijo: Si YHVH no te salva, ¿de dónde te salvaré yo?° ¿Con algo del granero o del lagar?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁷ Respondió él: 'Si Yahveh no te salva ¿con qué podré salvarte yo? ¿Con algo de la era o con algo del lagar?'.

2 Reyes 6:27 Referans Kwoze

Génesis 50:10

Al llegar al campo de Atad, que está cerca del río Jordán, José guardó siete días de luto por su padre, y todo el grupo lamentó amargamente su muerte.

2 Reyes 6:26

Un día, cuando el rey de Israel paseaba sobre el muro que rodeaba la ciudad, una mujer le gritó: —¡Majestad, ayúdeme!

2 Reyes 6:28

¿Cuál es tu problema? La mujer respondió: —Esta mujer me pidió que primero nos comiéramos a mi hijo, y que al día siguiente nos comeríamos el suyo.

Salmos 127:1

1 (1b) Si Dios no construye la casa, de nada sirve que se esfuercen los constructores. Si Dios no vigila la ciudad, de nada sirve que se desvelen los vigilantes.

Salmos 146:3

No confíen en nadie, que ni el hombre más poderoso es capaz de salvarlos.

Salmos 60:11

11 (13) La ayuda humana resulta inútil; ¡ayúdanos a vencer al enemigo!

Salmos 62:8

8 (9) Pueblo mío, ¡confía siempre en Dios! Cuando vayas a su templo, cuéntale todos tus problemas. ¡Dios es nuestro refugio!

Isaías 2:2

En el futuro, el monte donde se encuentra el templo de nuestro Dios será el monte más importante. Allí vendrán muchos pueblos

Jeremías 17:5

»Yo, el Dios de Israel, declaro: “¡Maldito quien confía en los demás! ¡Maldito quien confía en sí mismo! ¡Maldito quien se aleja de mí!