2 Crónicas 8:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
11 Salomón sabía que todos los lugares en donde había estado el cofre del pacto de Dios eran sagrados; por ello, no quiso que su esposa, que era hija del rey de Egipto, viviera en el mismo palacio en el que el rey David había vivido. Entonces le construyó un palacio en otro lugar, para que allí viviera.
11 Y pasó Salomón a la hija de Faraón, de la ciudad de David a la casa que él había edificado para ella; porque dijo: Mi mujer no morará en la casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de Jehová, son sagradas.
11 Salomón trasladó a su esposa, la hija del faraón, de la Ciudad de David al palacio nuevo que le había edificado, y dijo: «Mi esposa no debe vivir en el palacio del rey David, porque allí ha estado el arca del Señor y es tierra santa».
11 Salomón hizo subir a la hija de faraón desde la ciudad de David a la casa que había edificado para ella; pues se decía: 'No puedo dejar a una mujer en la casa de David, rey de Israel; porque los lugares donde ha estado el Arca de Yavé son sagrados.
11 Y Salomón trajo a la hija de Faraón de la ciudad de David, a la casa que había edificado para ella, pues dijo: Mi mujer no habitará en la casa° de David, rey de Israel, porque aquellas habitaciones en las que ha entrado el Arca de YHVH son santas.
11 Salomón hizo subir a la hija del Faraón desde la Ciudad de David al palacio que había construido para ella, porque se decía: 'Una mujer mía no debe residir en la casa de David, rey de Israel, porque los lugares en que fue introducida el arca de Yahveh son sagrados'.
Salomón se casó con la hija del rey de Egipto, y además hizo un pacto de paz con él. Luego llevó a su esposa a vivir en la parte más antigua de Jerusalén, conocida como Ciudad de David. Mientras tanto, él se dedicó a terminar de construir su palacio, el templo de Dios y el muro que rodeaba toda la ciudad.
El palacio en el que vivía Salomón estaba frente al Salón de la Justicia, separado por un patio. Este salón y el palacio se parecían mucho. Además, para la hija del rey de Egipto, que era su esposa, edificó otro palacio parecido al suyo.
2-4 (7-9) «Ezequiel, hombre mortal, vuelve la mirada hacia Jerusalén y diles a los israelitas que yo me he declarado enemigo de ellos y del templo. Tomaré la espada y, desde el norte hasta el sur, mataré por igual a justos y a pecadores.