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2 Crónicas 6:14 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

14 dijo: «Dios de Israel, ni en el cielo ni en la tierra hay otro que se compare a ti. Tú cumples tu pacto y amas profundamente a los que te obedecen de corazón.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Oró así: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos ni en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Yavé, Dios de Israel, no hay Dios como tú en el cielo ni en la tierra; tú que guardas tu alianza y tu amor a tus siervos que te sirven con todo su corazón;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 ¡Oh YHVH, Dios de Israel, no hay ’Elohim como Tú en los cielos ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia para tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 exclamó: '¡Yahveh, Dios de Israel! No hay Dios semejante a ti ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú, que guardas la alianza y la benignidad para con aquellos siervos tuyos que de todo corazón andan en tu presencia;

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2 Crónicas 6:14
34 Referans Kwoze  

Cuando Abram tenía noventa y nueve años, Dios se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Obedéceme siempre y pórtate con honradez.


En aquella ocasión, Dios le dijo: «Ya no vas a llamarte Jacob, sino Israel». Y con ese nombre se le conoció desde entonces.


¡Qué grande eres, Dios mío! ¡Todo lo que de ti sabemos es verdad! ¡No hay ningún otro Dios como tú,


Cuando llegó el momento de quemar el toro, el profeta Elías se acercó y le pidió a Dios: «¡Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob! Haz que hoy todos sepan que tú eres el Dios de Israel y que yo soy tu servidor, y que he hecho todo esto porque tú me lo has pedido.


Salomón contestó: —Dios mío, tú amaste mucho a mi padre David, y fuiste muy bueno con él, porque él te sirvió fielmente, fue un buen rey y te obedeció en todo. Además, permitiste que yo, que soy su hijo, reine ahora en su lugar. Pero yo soy muy joven, y no sé qué hacer.


«Ahora que has comenzado a construir este templo, quiero recordarte que si obedeces todos mis mandamientos, yo cumpliré lo que le prometí a tu padre David y te ayudaré.


dijo: «Dios de Israel, ni en el cielo ni en la tierra hay otro que se compare a ti. Tú cumples tu pacto y amas profundamente a los que te obedecen de corazón.


Y aprovechando que tenía al pueblo reunido, David bendijo a Dios con estas palabras: «¡Bendito seas, Dios de Israel; Dios de nuestro antepasado Jacob; bendito seas para siempre!


Cuando terminó, David le dijo al pueblo: «¡Bendigan y alaben a Dios!» Entonces todo el pueblo, inclinándose ante Dios y ante el rey, bendijo y alabó al Dios de sus antepasados.


y oró así: «Dios de nuestros antepasados, ¡tú estás en los cielos, y dominas a todas las naciones de la tierra! ¡La fuerza y el poder te pertenecen! ¡Nadie puede vencerte!


Por eso, Dios nuestro, cumple las promesas que le hiciste a mi padre.


«Dios grande y poderoso; ante ti todo el mundo tiembla de miedo. Tú cumples tus promesas a los que te aman y te obedecen.


Dios mío, no hay entre todos los dioses un Dios como tú, que haga lo que tú haces.


28 (29) Mi amor por él nunca cambiará, ni faltaré a la promesa que le hice.


8 (9) Señor y Dios del universo, ¡no hay Dios como tú, tan fiel y poderoso!


»Dios mío, ¡no hay otro Dios como tú! ¡Solo tú eres grande! ¡Solo tú eres poderoso! Tú has hecho grandes maravillas; tú nos llenas de asombro.


6 (2) Aarón extendió su brazo sobre todos los depósitos de agua de Egipto, y de allí salieron ranas y llenaron todo el país.


Pero nuestro Dios no es así; ¡él hizo todo lo que existe! Nuestro Dios nos eligió y nos hizo su pueblo. ¡Su nombre es el Dios todopoderoso!»


Jeremías dijo: «Dios mío, tú eres muy poderoso, ¡no hay nadie como tú!


ȃl nunca deja de amar a todos los que lo adoran.


Isabel y Zacarías eran muy buenos y obedecían todos los mandamientos de Dios.


»Él dijo que sería bondadoso con su pueblo, y que cumpliría su santa promesa.


“He visto tu grandeza y tu poder. Ni en el cielo ni en la tierra hay otro Dios como tú, que pueda hacer tantas maravillas.


»Por eso, nunca olviden que nuestro Dios es el único dueño y señor del cielo y de la tierra.


»Por eso ustedes deben reconocer a nuestro Dios, que es el Dios verdadero. Nuestro Dios cumple su pacto con todos los descendientes de quienes lo aman y obedecen sus mandamientos,


y también insistimos en que vivieran como deben vivir los que son de Dios, los que han sido llamados a compartir su propio reino y poder.


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