5 Y los mensajeros volvieron otra vez y dijeron: Así habló Ben-hadad, diciendo: Por cierto envié a decirte: Tu plata y tu oro, también tus mujeres y tus hijos me los has de dar.
5 Volvieron otra vez los mensajeros y dijeron: 'Esto dice Ben Hadad: 'Puesto que ya envié a pedirte tu oro y tu plata, juntamente con tus mujeres y tus hijos,
En respuesta, Asá tomó todo el oro y la plata que había en los tesoros del templo y del palacio del rey, y se los dio a sus asistentes para que se los llevaran a Ben-hadad, rey de Siria. Este vivía en la ciudad de Damasco y era hijo de Tabrimón y nieto de Hezión. Asá le mandó este mensaje a Ben-hadad:
Además, mañana, como a esta misma hora, enviaré a mis oficiales para que registren tu palacio y las casas de tus funcionarios, y les daré permiso de que tomen todo lo que quieran llevarse».