1 Reyes 20:32 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
32 Los oficiales se pusieron ropas ásperas y una soga al cuello. Después fueron a ver al rey de Israel y le dijeron: —Su servidor Ben-hadad le ruega que le perdone la vida. Ahab les preguntó: —¿Ben-hadad vive todavía? Él es mi amigo.
32 Ciñeron, pues, sus lomos con cilicio, y sogas a sus cuellos, y vinieron al rey de Israel y le dijeron: Tu siervo Ben-adad dice: Te ruego que viva mi alma. Y él respondió: Si él vive aún, mi hermano es.
32 Entonces se pusieron tela áspera y sogas, y fueron a ver al rey de Israel, a quien le suplicaron: —Su siervo Ben-adad dice: “Le ruego que me perdone la vida”. El rey de Israel respondió: —¿Todavía vive? ¡Él es mi hermano!
32 Se pusieron pues sacos en su cintura y cuerdas en su cuello y fueron a decir al rey de Israel: 'Tu servidor Ben-Hadad te manda a decir esto: '¡Permíteme tan solo que siga con vida!' El rey Ajab respondió: '¿Todavía está vivo? ¡Pero si es mi hermano!'
32 Y se ciñeron sus lomos con cilicio, y se pusieron sogas al cuello, y fueron al rey de Israel, y dijeron: Tu siervo Ben-hadad ha dicho: ¡Déjame vivir, te ruego! Y él preguntó: ¿Vive todavía? ¡Hermano mío es!
32 Ciñéronse, pues, sacos a la cintura, se pusieron sogas en la cabeza y se presentaron ante el rey de Israel, diciéndole: 'Tu siervo Ben Hadad dice: 'Perdóname la vida''. Él respondió: 'Pero ¿vive todavía? ¡Es mi hermano!'.
Sus oficiales le dijeron: —Hemos escuchado que los reyes de Israel siempre cumplen sus compromisos. Nos vestiremos con ropas ásperas, para mostrar nuestra tristeza por tantas muertes. Además nos pondremos una soga alrededor del cuello para mostrar que nos rendimos. Iremos ante el rey de Israel y le pediremos que le perdone la vida.
A los hombres les pareció una buena señal lo que dijo el rey de Israel, y rápidamente contestaron: —¡Sí, Ben-hadad es su amigo! Entonces el rey de Israel agregó: —¡Vayan y tráiganlo! Ben-hadad fue a ver a Ahab y este lo invitó a subir a su carro.
El profeta le dijo al rey: —Dios me ordenó que te dijera que debiste haber matado al rey de Siria, pero tú lo dejaste escapar. Por eso vas a morir en su lugar, y también tu pueblo morirá en lugar de su pueblo.
Entonces le respondieron: «Nosotros te serviremos a ti, y haremos lo que nos ordenes; pero de ninguna manera nombraremos un rey. Haz lo que te parezca mejor».
»Dios hará lo que ha planeado hacer contra el monte Sión y Jerusalén. Y una vez que lo haya cumplido, castigará al rey de Asiria por su orgullo y su arrogancia.