Si bien ahora por un poco, y como por un momento, han sido admitidos nuestros ruegos por el Señor Dios nuestro, a fin de que fuesen puestos en libertad los restos de nuestro pueblo, y se nos diese estabilidad o morada segura en su lugar santo, y alumbrase el Señor Dios nuestros ojos, y nos concediese respirar algún tanto en nuestra esclavitud,
Aúllen las puertas, esfuercen sus gritos las ciudades, todo el país de los filisteos está por tierra, porque hacia el septentrión viene la humareda, y no habrá quien pueda escapar de sus escuadrones.
Duro anuncio contra Moab. Porque en una noche fue Ar, su capital, asolada, Moab ha enmudecido; porque en una noche fue aterrada la muralla, ha enmudecido Moab.
¿Quién hay entre vosotros temeroso del Señor, y que escuche la voz de su siervo? Quien anduvo entre tinieblas y no tiene luz, espere en el nombre del Señor, y apóyese en su Dios.
Y sucedió que reinando en Judá Acaz, hijo de Joatán, hijo de Ozías, vino Rasín, rey de Siria, con Facee, hijo de Romeía, rey de Israel, sobre Jerusalén para combatir contra ella, y no pudieron tomarla.
En aquellos días, dice el Señor, y en aquel tiempo se andará en busca de la iniquidad o idolatría de Israel, mas ésta no existirá ya; y del pecado de Judá, y tampoco se hallará; porque yo seré propicio a los restos de dicho pueblo que me reservaré.
Y gobernarán la tierra de Asur con la espada, y la tierra de Nemrod con sus lanzas; y él nos librará del asirio cuando éste haya venido a nuestra tierra y devastado nuestros términos.
Y por esto, ¡oh pobres del rebaño!, yo apacentaré estas reses del matadero. A este fin me labré dos cayados: Uno de los cuales llamé Hermosura, y al otro llamé Cuerda, o Lazo; y apacenté la grey.