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Sofonías 2:7 - Biblia Torres Amat 1825

7 Y la dicha costa será de aquellos que quedaren de la casa de Judá, allí tendrán sus pastos, y descansarán por la noche en las casas de Ascalón; porque el Señor su Dios los visitará, y los hará volver del cautiverio.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá; allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán de noche; porque Jehová su Dios los visitará, y levantará su cautiverio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Allí pastoreará un remanente de la tribu de Judá. Por las noches descansarán en las casas abandonadas de Ascalón. Pues el Señor su Dios visitará a su pueblo con bondad y le devolverá su prosperidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Esta región pertenecerá al resto de la tribu de Judá; allí llevarán a pastar sus rebaños y dormirán de noche en las casas de Ascalón. Pues Yavé, su Dios, se acordará de ellos y traerá de vuelta a sus cautivos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y la costa° será para el remanente de la casa de Judá. Allí apacentarán, y al atardecer se recogerán en las casas de Ascalón, pues YHVH su Dios los visitará y los hará volver de su cautiverio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 La costa será para el resto de la casa de Judá: allí pacerán sus ganados. En las casas de Ascalón descansarán por la tarde, porque Yahveh, su Dios, los visitará y cambiará su suerte.

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Sofonías 2:7
42 Referans Kwoze  

Pasadas todas estas cosas, habló José a sus hermanos en estos términos: Después de mi muerte os visitará Dios, y os sacará de esta tierra para la tierra que tiene prometida con juramento a Abrahán, a Isaac y a Jacob .


¡Oh Dios de los ejércitos! vuélvete hacia nosotros, mira desde el cielo, y atiende y visita esa viña.


¡Oh Señor! tú has derramado la bendición sobre tu tierra; tú has libertado del cautiverio a Jacob .


Y creyó el pueblo. Y entendieron que el Señor venía a visitar a los hijos de Israel por haber vuelto los ojos a su tribulación; y postrados en tierra, le adoraron.


Y enarbolará un estandarte entre las naciones, y reunirá los fugitivos de Israel, y recogerá los dispersos de Judá de los cuatro puntos de la tierra.


El Señor secará la lengua del mar de Egipto, y extenderá su mano sobre el río con su impetuoso viento, y le herirá en sus siete bocas, de modo que se pueda pasar sin descalzarse.


Y dirás aquel día: Te daré alabanza, ¡oh Señor!, porque estabas enojado conmigo, y se alejó tu furor, y me has consolado.


Y los pueblos los hospedarán, y los acompañarán a su país; y la casa de Israel los poseerá en la tierra del Señor para siervos y siervas; y quedarán cautivos los que los habían cautivado, y súbditos sus opresores.


hasta tanto que desde lo alto se derrame sobre nosotros el espíritu del Señor. Pues entonces el desierto se convertirá en un Carmelo y el Carmelo en un desierto o carrascal.


Y yo reuniré las ovejas que quedaron de mi rebaño, de todas las tierras a donde las hubiere echado, y las volveré a sus propias tierras; y crecerán y se multiplicarán.


Lo que dice el Señor es esto: Cuando estén para cumplirse los setenta años de vuestra estancia en Babilonia, yo os visitaré, y daré cumplimiento a mi agradable promesa de restituiros a este lugar.


Entonces seré yo hallado de vosotros, dice el Señor; y yo os haré volver de la esclavitud, y os congregaré de todas las regiones, y de todos los lugares a donde os había desterrado, dice el Señor, y os haré volver del lugar al cual os había hecho salir.


En aquel tiempo la familia o reino de Judá se reunirá con la familia de Israel, y vendrán juntas de la tierra del septentrión a la tierra que di a vuestros padres.


Porque he aquí que llegará tiempo, dice el Señor, en que yo haré volver los cautivos de mi pueblo de Israel y de Judá, y los haré regresar, dice el Señor, a la tierra que di a sus padres, y la poseerán.


Porque esto dice el Señor: Regocijaos y haced fiestas por amor de Jacob , y prorrumpid en gritos de júbilo al frente de las naciones; resuenen vuestros cánticos, y decid: ¡Salva, Señor, al pueblo tuyo, salva las reliquias de Israel!


Se comprarán por su dinero los campos, se formarán escrituras de contrato, se imprimirá en ellas el sello, y asistirán los testigos, en la tierra de Benjamín, y en el territorio de Jerusalén , y en las ciudades de Judá, y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de las llanuras, y en las ciudades que están al mediodía; puesto que yo pondré fin a su cautiverio, dice el Señor.


Dice así mismo el Señor de los ejércitos: En este lugar despoblado, donde no se ve hombre ni bestia, y en todas sus ciudades, aun se verán otra vez cabañas de pastores que recogerán los rebaños en sus rediles.


Y haré que vuelvan los cautivos de Judá y los cautivos de Jerusalén , y los restituiré a su primitivo estado.


Gaza lleva rapada su cabeza. Ascalón no se atreve a despegar sus labios, y lo mismo el resto de sus valles. ¿Hasta cuándo te sajarás, o rasgarás tus carnes?


Por tanto, esto dice el Señor Dios: Yo ahora volveré a traer los cautivos de Jacob , y me apiadaré de toda la familia de Israel, y me mostraré celoso de la honra de mi santo Nombre.


Y tú también, ¡oh Judá!, prepárate para la siega; hasta que por fin haga volver del cautiverio al pueblo mío.


Y los que moran hacia el mediodía se harán dueños del monte o país de Esaú, y los de la llanura se harán dueños de los filisteos; y poseerán el territorio de Efraín, y el de Samaria, y Benjamín será dueño de Galaad.


Pero al fin, yo te reuniré todo junto, ¡oh Jacob !, yo recogeré en uno los restos de Israel, los pondré todos juntos como rebaño en un aprisco, como las ovejas en la majada; grande será el ruido que hagan sus gentes.


Pero duélete y aflígete, ¡oh hija de Sión!, como la mujer que está de parto, puesto que ahora saldrás de la ciudad y habitarás en otro país, y pasarás hasta Babilonia; mas allí serás puesta en libertad, allí te rescatará el Señor de la mano de tus enemigos.


y salvaré los restos de la que cojeaba, y formaré un pueblo robusto de aquella misma nación que había sido afligida; y sobre todos ellos reinará el Señor en el monte de Sión desde ahora para siempre jamás.


Por lo cual juro yo, dice el Señor Dios de los ejércitos, el Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; lugar de espinos secos, y montones de sal, y un desierto sempiterno, los saquearán las reliquias de mi pueblo, y se enseñorearán de ellos los restos de mi gente.


Los restos del pueblo de Israel no cometerán injusticia, ni hablarán mentira, ni tendrán en su boca una lengua falaz; pues tendrán pastos excelentes, y gozarán descanso, y no habrá nadie que les cause miedo.


En aquel tiempo, cuando yo os haya traído, y os haya reunido, haré que adquiráis fama y seáis alabados en todos los pueblos de la tierra; entonces os veréis librados por mí de vuestro cautiverio, dice el Señor.


Y Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo oyeron la voz del Señor Dios suyo en las palabras del profeta Ageo, que les envió el Señor su Dios; y temió el pueblo al Señor.


Habla a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, y diles:


Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo;


Con esto quedaron todos penetrados de temor, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha aparecido entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo.


Mas un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Parte, y ve hacia el mediodía, por la vía que lleva de Jerusalén a Gaza; la cual está desierta.


Felipe de repente se halló en Azoto, y fue anunciando la buena nueva a todas las ciudades por donde pasaba, hasta que llegó a Cesarea.


De la misma suerte, pues, se han salvado en este tiempo algunos pocos que han sido reservados por Dios según la elección de su gracia.


Resolvió, pues, volverse del país de Moab su patria, con sus dos nueras; por haber oído que el Señor había vuelto los ojos hacia su pueblo, y dándole alimentos.


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