Salmos 2:2 - Biblia Torres Amat 1825

² Se han coligado los reyes de la tierra; y se han confederado los príncipes contra el Señor, y contra su Cristo o Mesías.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Los reyes de la tierra se preparan para la batalla; los gobernantes conspiran juntos en contra del Señor y en contra de su ungido.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Se sublevan los reyes de la tierra, y sus fuerzas unen los soberanos en contra del Señor y de su Ungido.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Se alzarán los reyes de la tierra, Y con príncipes consultarán unidos, Contra YHVH y contra su Ungido, diciendo:°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Los reyes de la tierra se levantan, los príncipes conspiran entre ellos contra el Señor y contra su Ungido:

Salmos 2:2 Referans Kwoze

Salmos 110:5

El Señor está a tu diestra; en el día de su ira destrozó a los reyes.

Salmos 2:10

Ahora pues, ¡oh reyes!, entendedlo: Sed instruidos vosotros los que juzgáis o gobernáis la tierra.

Salmos 45:7

Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh Dios!, el Dios tuyo con óleo de alegría, con preferencia a tus compañeros.

Salmos 48:4

Porque he aquí que los reyes de la tierra se han coligado y conjurado unánimemente.

Salmos 48:5

Ellos mismos, cuando la vieron así, quedaron asombrados, llenos de turbación, conmovidos,

Salmos 74:18

Acuérdate de esto, ¡oh Señor!, que el enemigo te ha zaherido, y que un pueblo insensato ha blasfemado tu Nombre.

Salmos 74:23

No eches en olvido las voces e insultos de tus enemigos; porque la soberbia de aquellos que te aborrecen va siempre creciendo.

Salmos 83:6

los pabellones de los idumeos y los ismaelitas, Moab y los agarenos,

Salmos 89:20

Hallé a David, siervo mío, lo ungí con mi óleo sagrado.

Éxodo 16:7

y mañana veréis brillar el poder del Señor, pues ha oído que os quejáis de él. Por lo que hace a nosotros, ¿qué somos para que andéis murmurando contra nosotros?

Proverbios 21:30

Contra el Señor no hay sabiduría, no hay prudencia, no hay consejo que valga.

Isaías 61:1

A este fin ha reposado sobre mí el espíritu del Señor; porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado para hablar a los mansos y humildes, para curar a los de corazón contrito, y predicar la redención a los esclavos, y la libertad a los que están encarcelados;

Mateo 2:16

Entretanto Herodes , viéndose burlado de los magos, se irritó sobremanera, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en toda su comarca, de dos años abajo, conforme al tiempo de la aparición de la estrella, que había averiguado de los magos.

Mateo 26:3

Al mismo tiempo se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los magistrados del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás;

Mateo 26:59

Los príncipes, pues, de los sacerdotes, y todo el concilio andaban buscando algún falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte.

Mateo 27:1

Venida la mañana, todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tuvieron consejo contra Jesús para hacerle morir.

Lucas 13:31

En el mismo día vinieron algunos fariseos a decirle: Sal de aquí, y retírate a otra parte, porque Herodes quiere matarte.

Juan 1:41

El primero a quien éste halló fue Simón, su hermano, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que quiere decir el Cristo ).

Juan 15:23

El que me aborrece a mí, aborrece también a mi Padre.

Juan 3:34

Porque éste a quien Dios ha enviado, habla las mismas palabras que Dios; pues Dios no le ha dado su Espíritu con medida.

Hechos 10:38

la manera con que Dios ungió con el Espíritu Santo y su virtud a Jesús de Nazaret; el cual ha ido haciendo beneficios por todas partes por donde ha pasado, y ha curado a todos los que estaban bajo la opresión del demonio, porque Dios estaba con él.

Hechos 9:4

Y cayendo en tierra asombrado oyó una voz que le decía: ¡Saulo, Saulo!, ¿por qué me persigues?

Hebreos 1:9

Y en otro lugar se dice del hijo de Dios: Tú eres, ¡oh Señor!, el que al principio fundó la tierra, y obras de tus manos son los cielos,