Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Salmos 102:2 - Biblia Torres Amat 1825

2 No apartes de mí tu rostro, en cualquier ocasión en que me halle atribulado dígnate oírme. Acude luego a mí, siempre que te invocare;

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡Inclina a mí tu oído! ¡Respóndeme pronto el día en que te invoco!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Señor, escucha mi plegaria, que a ti llegue mi clamor.

Gade chapit la Kopi




Salmos 102:2
21 Referans Kwoze  

Porque al que él concede la paz, o le perdona, ¿quién lo condenará? Y ¿quién amparará al que él abandona, ya sea nación, o bien un particular?


¿Por qué no perdonas todavía mi pecado, y por qué no borras mi iniquidad? Mira que ya voy a dormir en el polvo del sepulcro, y cuando mañana me busques, ya no existiré en el mundo.


Mas si tú apartaras tu rostro, se turbarían; les quitas el espíritu, dejan de ser, y vuelven a parar en el polvo de que salieron.


¿Hasta cuándo, oh Señor, me has de tener en profundo olvido? ¿Hasta cuándo apartarás de mí tu rostro?


Oyeme luego, ¡oh Señor!, mi espíritu ha desfallecido. No retires de mí tu rostro; haz que no haya de contarme ya entre los muertos.


Atiende, ¡oh Señor!, a mi justicia, acoge mis plegarias. Presta oídos a mi oración, que no la pronuncio con labios hipócritas o fraudulentos.


Mas tú, oh Señor, no me dilates tu socorro; atiende luego a mi defensa.


No apartes de mí tu rostro; no te retires enojado de tu siervo. Sé tú en mi ayuda; no me desampares, ni me desprecies, ¡oh Dios, salvador mío!


Dígnate escucharme, acude prontamente a librarme. Sé para mí un Dios tutelar, y un alcázar de refugio para ponerme a salvo.


¡Oh! Dígnate, Señor, librarme; vuelve hacia mí tus ojos para socorrerme.


Y no pierdas de vista a tu siervo; oye presto mis súplicas, porque me veo atribulado.


Oh Dios, atiende a mi socorro; acude, Señor, luego a ayudarme.


Líbrame por tu justicia, y sácame del peligro. Presta oídos a mis súplicas, y sálvame.


De allí a mucho tiempo murió el rey de Egipto; y los hijos de Israel, gimiendo bajo el peso de las faenas, levantaron el grito al cielo; y el clamor en que les hacía prorrumpir el excesivo trabajo, subió hasta Dios.


El cual oyó sus gemidos, y tuvo presente el pacto contraído con Abrahán, Isaac y Jacob ;


porque yo soy el Señor Dios tuyo, el Santo de Israel, tu Salvador ; yo di por tu rescate a Egipto, Etiopía y Sabá.


Y antes que clamen, yo los oiré: Cuando estén aún con la palabra en la boca otorgaré su petición.


Me veis aquí a mí y a mis hijos, que me dio el Señor para que sirvan de señal y portento a Israel, de parte del Señor de los ejércitos, que habita en el monte de Sión.


Hasta ahora no habéis tenido sino tentaciones humanas, u ordinarias; pero fiel es Dios, que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas, sino que de la misma tentación os hará sacar provecho para que podáis sosteneros.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite