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Proverbios 6:16 - Biblia Torres Amat 1825

16 Seis son las cosas que abomina el Señor, y otra además le es destestable.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Hay seis cosas que el Señor odia, no, son siete las que detesta:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Hay seis cosas que detesta el Señor, y hasta siete que le causan horror:

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Seis cosas aborrece YHVH, Y aun siete abomina su alma:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Seis cosas hay que aborrece Yahveh, y siete que abomina su alma:

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Proverbios 6:16
34 Referans Kwoze  

Además de esto Manasés derramó arroyos de sangre inocente hasta inundar a Jerusalén ; sin contar los otros pecados con que indujo a pecar a Judá para que hiciera lo malo delante del Señor.


A las seis tribulaciones te libertará, y a la séptima ya no tocará el mal.


El Señor vigila al justo y al impío; y así el que ama la maldad, odia su propia alma.


Pero yo confiado en tu gran misericordia, entraré en tu casa; y poseído de tu santo temor, doblaré mis rodillas ante tu santo templo.


La balanza falsa es abominable a los ojos del Señor; el peso cabal es lo que le agrada.


Abominado es del Señor el corazón perverso; y se complace en aquellos que proceden con sinceridad.


Abomina el Señor los labios mentirosos; los que obran fielmente, ésos le son gratos.


Quien absuelve al impío y quien condena al justo, ambos son igualmente abominables a Dios.


Un peso y medida para dar, y otro peso y medida para recibir, son dos cosas que Dios abomina.


Abominable son al Señor las pesas falsas; malísima cosa es la balanza infiel.


La altanería de los ojos, es efecto de la hinchazón del corazón; el esplendor de los impíos es el fruto del pecado.


porque todos los tramposos o perversos son abominados del Señor; el cual sólo conversa con los sencillos.


Tres cosas son difíciles de entender, o más bien cuatro; las cuales ignoro totalmente:


Por tres cosas se perturba la tierra, o más bien por cuatro; las cuales ella no puede sufrir:


Cuatro cosas hay de las más pequeñas o ruines sobre la tierra; las cuales superan en saber a los sabios:


Tres cosas hay que andan con mucho garbo, o más bien cuatro; las cuales marchan con gran gallardía:


De repente le vendrá a éste su perdición, y súbitamente quedará hecho añicos, sin que tenga ya remedio.


Los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que derraman la sangre inocente,


El temor del Señor aborrece el mal; yo detesto la arrogancia y la soberbia, todo proceder torcido y toda lengua dolosa.


Sabed, no obstante, y tened por cierto, que si me quitáis la vida, derramaréis la sangre inocente, y la haréis recaer sobre vosotros mismos, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque verdaderamente es el Señor el que me ha enviado a comunicar a vuestros oídos todas las estas palabras.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Edom, ya no la convertiré, o perdonaré; porque ha perseguido espada en mano a su hermano Israel, y le ha negado la compasión que le debía tener, conservando contra él hasta el fin su odio reconcentrado y su indignación.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades que ha cometido Damasco, ya no la convertiré, pues ella con carros de trillar ha despedazado a los israelitas de Galaad.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades que ha cometido Gaza, ya no la convertiré; pues ella se ha llevado cautiva toda la gente de Israel para encerrarla en Idumea.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Tiro, ya no la convertiré, pues ha encerrado en cautiverio, en la Idumea, a toda la gente de mi pueblo, sin haberse acordado de la antigua fraternal alianza.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Moab, ya no la convertiré: porque vengativo quemó los huesos del rey de Idumea, reduciéndolos a cenizas.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Judá, ya no la convertiré, por cuanto ha desechado la ley del Señor, y no ha observado sus mandamientos; pues le han seducido sus ídolos, en pos de los cuales anduvieron sus padres.


Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Israel, ya no lo convertiré; por cuanto ha vendido por dinero al justo, y por un par de sandalias al pobre.


Y nadie maquine en su corazón injusticia contra su prójimo; y detestad el juramento falso; porque todas esas son cosas que yo aborrezco, dice el Señor.


No ofrecerás en la casa de tu Señor Dios para cumplir cualquier voto que hayas hecho la paga de la prostitución, ni el precio del perro, por ser el uno y el otro abominable en la presencia del Señor Dios tuyo.


no podrá el primer marido volverla a tomar por mujer; pues quedó amancillada y hecha abominable delante del Señor; no sufras que con un tal pecado sea contaminada la tierra, cuya posesión te ha de dar el Señor Dios tuyo.


pues tu Señor Dios abomina de aquel que hace tales cosas; y aborrece toda injusticia.


No entrará en esta ciudad cosa sucia, o contaminada, ni quien comete abominación y falsedad, sino solamente los que se hallan escritos en el Libro de la vida del Cordero.


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