Le respondió Azarías, del linaje de Sadoc, primer sacerdote, diciendo: Desde que comenzaron a ofrecerse las primicias en la casa del Señor, hemos comido de ellas hasta saciarnos; pero es muchísimo lo que ha sobrado, porque el Señor ha echado la bendición sobre su pueblo; y esta abundancia que ves es de lo que sobró.
en todo aquello que exigía el ministerio de la casa del Señor, según la ley y las ceremonias, deseoso de complacer a su Dios con todo su corazón; lo hizo así, y todo le salió prósperamente.
Quien es compasivo, será bendito; porque ha partido su pan por los pobres. Quien es dadivoso conseguirá victorias y honores, pues arrebata el corazón de los que reciben.
¿No veis cómo aún no han nacido las simientes, y que las viñas, y las higueras, y los granados, y los olivos no están en flor? Pues yo desde este día les echaré mi bendición.
Y cualquiera que diere de beber a uno de estos pequeñuelos un vaso de agua fresca solamente por razón de ser discípulo mío, os doy mi palabra que no perderá su recompensa.
Y vendrá el levita, que no tiene otra parte ni otra herencia entre vosotros, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda que habitan contigo dentro de unos mismos muros, y comerán hasta saciarse; para que tu Señor Dios te bendiga en todas las obras de tus manos.