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Proverbios 24:12 - Biblia Torres Amat 1825

12 Si dijeres: no alcanza a ello mis fuerzas, sábete que aquel que ve los corazones, lo conoce bien; y nada se le pasa por alto al salvador de tu alma, el cual ha de remunerar al hombre según sus obras.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 No te excuses diciendo: «Ay, no lo sabíamos». Pues Dios conoce cada corazón y él te ve. El que cuida tu alma sabe bien que tú sabías. Él pagará a cada uno según merecen sus acciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Tu dirás después: '¡No lo sabíamos!' Pero el que pesa los corazones ve claro, el que te observa lo sabrá; y recompensará a cada uno según sus obras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Si dices: He aquí, no lo sabíamos. El que sopesa los corazones, ¿no lo sabrá? ¿No lo sabrá el que vigila tu vida, Y paga al hombre según sus obras?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Acaso dirás: 'No lo sabíamos'. Pero el que sondea los corazones lo conoce, lo sabe el que escudriña tu alma. Él retribuye al hombre por sus obras.

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Proverbios 24:12
35 Referans Kwoze  

Porque él ha de dar a las obras del hombre su pago merecido; y los ha de remunerar según la conducta de cada uno;


No permitirá que resbalen tus pies, oh alma mía, ni se adormecerá aquel que te está guardando.


El Señor te guardará en todos los pasos de tu vida, desde ahora y para siempre.


Pusiste a prueba mi corazón, y le has visitado durante la noche; me has acrisolado al fuego, y en mí no se ha hallado iniquidad.


¿por ventura Dios no nos pedirá cuenta de estas cosas? Porque él conoce los secretos del corazón.


y que tú, Señor, eres misericordioso; porque a cada uno remunerarás conforme a sus obras.


El ha vuelto a mi alma la vida, y no ha dejado resbalar mis pies.


Acábese ya la malicia de los pecadores; y tú, ¡oh Dios!, que penetras los corazones, y los afectos más íntimos, encaminarás al justo.


Aquel que ha dado los oídos, ¿no oirá? El que ha dado los ojos, ¿no verá?


El hombre será colmado de bienes conforme fueren los frutos de su boca; y según las obras de sus manos será su galardón.


Todas las acciones del hombre están patentes a la humana vista; mas el Señor pesa los espíritus o juzga los interiores.


Le parecen rectos al hombre todos sus procederes; pero el Señor examina los corazones.


El Señor está mirando atentamente los caminos del hombre, y nota todos sus pasos.


El impío será presa de sus mismas iniquidades, y quedará enredado en los lazos de su pecado.


Si vieres la opresión de los pobres, la violencia que reina en los juicios y el trastorno de la justicia en una provincia, no hay que turbarte por este desorden; pues aquel que está en alto puesto, tiene otro sobre sí, y sobre éstos aun hay otros más elevados,


Yo el Señor soy el que escudriña los corazones, y el que examina los afectos de ellos, y doy a cada uno la paga según su proceder y conforme al mérito de sus obras.


Grandioso eres en tus consejos e incomprensible en tus designios; contemplando están tus ojos todas las acciones de los hijos de Adán, para retribuir a cada uno según sus obras y según el mérito de su conducta.


ni daña con injusta sentencia a hombre alguno, eso no sabe el Señor hacerlo.


sino que te has levantado contra el dominador del cielo, y has hecho traer a tu presencia los vasos sagrados de su santo templo, y en ellos has bebido el vino tú, y los grandes de tu corte, y tus mujeres, y tus concubinas; has dado también culto a dioses de plata, y de oro, y de cobre, y de hierro, y de madera, y de piedra, los cuales no ven, ni oyen, ni sienten; pero a aquel gran Dios, de cuyo arbitrio pende tu respiración y cualquier movimiento tuyo, a ése no le has glorificado.


Ello es que el Hijo del hombre ha de venir revestido de la gloria de su Padre, acompañado de sus ángeles, a juzgar a los hombres; y entonces dará el pago a cada cual conforme a sus obras.


porque dentro de él vivimos, nos movemos, y existimos; y como algunos de vuestros poetas dijeron: Somos del linaje, o descendencia, del mismo Dios.


como se verá en aquel día, en que Dios juzgará los secretos de los hombres, por medio de Jesucristo, según la doctrina de la buena nueva que predico.


el cual ha de pagar a cada uno según sus obras,


Por tanto, no queráis sentenciar antes de tiempo, suspended vuestro juicio hasta tanto que venga el Señor, el cual sacará a plena luz lo que está en los escondrijos de las tinieblas, y descubrirá en aquel día las intenciones de los corazones; y entonces cada cual será de Dios alabado según merezca.


siendo como es forzoso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo , para que cada uno reciba el pago debido a las buenas o malas acciones que habrá hecho mientras ha estado revestido de su cuerpo.


Escribe, pues las cosas que has visto, tanto las que son, como las que han de suceder después de éstas.


Conozco tus obras, y tu fe, y caridad, y tus servicios, y paciencia, y que tus obras o virtudes últimas son muy superiores a las primeras.


y a los demás que habitáis en Tiatira: A cuantos no siguen esta doctrina, y no han conocido las honduras de Satanás, o las profundidades, como ellos llaman, yo no echaré sobre vosotros otra carga;


Mirad que vengo luego, y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno según sus obras.


Respondió el Señor a Samuel: No mires a su buena presencia, ni a su grande estatura; porque no es ése el que he escogido; y yo no juzgo por lo que aparece a la vista del hombre; pues el hombre no ve más que lo exterior; mas el Señor ve en el fondo del corazón.


Cesad, pues, de hablar con soberbia y jactancia; no uséis ya de aquel vuestro antiguo lenguaje, porque Dios, que todo lo sabe, él solo es el Señor, y él lleva a efecto sus altísimos designios.


Porque el Señor es el que da la muerte y da la vida; el que conduce al sepulcro y libra de él.


Y si alguna vez se levantare algún hombre que te persiga y quisiere atentar contra tu vida, será guardada como en un ramillete de vivientes en el seno del Señor Dios tuyo; y al contrario el alma de tus enemigos será agitada y expelida de la vida como la piedra tirada con la honda.


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