Proverbios 23:17 - Biblia Torres Amat 1825

¹⁷ No envidie tu corazón a los pecadores; sino mantente siempre firme en el temor del Señor,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ No envidies a los pecadores; en cambio, teme siempre al Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ No envidies a los pecadores sino que sigue siempre en el temor de Yavé;'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ No tengas envidia de los pecadores, Antes, persevera en el temor de YHVH en todo tiempo,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ No vivas envidiando a los pecadores, sino en constante temor de Yahveh;

Proverbios 23:17 Referans Kwoze

Salmos 111:10

El temor del Señor es el principio o la suma de la sabiduría. Sabios son todos los que obran con este temor; su alabanza dura por los siglos de los siglos.

Proverbios 15:16

Más vale poquito con temor de Dios, que grandes riquezas, las cuales nunca sacian.

Proverbios 24:1

No envidies a los hombres malos, ni desees estar en su compañía;

Proverbios 24:19

No porfíes con los malvados; ni tengas envidia de los impíos;

Proverbios 24:21

Teme, hijo mío, al Señor y al rey; y no te acompañes con los insolentes o revoltosos;

Proverbios 28:14

Bienaventurado el hombre que está siempre temeroso de ofender a Dios; pero el de corazón duro y descuidado se precipitará en la maldad.

Proverbios 3:31

No envidies al hombre injusto, ni imites sus procederes;

Eclesiastés 5:6

No sea tu lengua ocasión de que peque tu cuerpo. No digas en presencia del ángel: No hay providencia; no sea que Dios, irritado contra tus palabras, destruya todas las obras de tus manos.

Eclesiastés 5:7

Donde los sueños son muchos, son muchísimas las vanidades, y sin fin las palabras; pero tú teme a Dios.

Hechos 9:31

La Iglesia entretanto gozaba de paz por toda la Judea, y Galilea, y Samaria, e iba estableciéndose o perfeccionándose, procediendo en el temor del Señor, y llena de los consuelos del Espíritu Santo.

2 Corintios 7:1

Teniendo, pues, carísimos hermanos míos, tales promesas, purifiquémonos de cuanto mancha la carne y el espíritu, perfeccionando nuestra santificación con el temor de Dios.

1 Pedro 1:17

sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana conducta de vida, o vivir mundano, que recibisteis de vuestros padres, no con oro o plata, que son cosas perecederas,