Proverbios 20:2 - Biblia Torres Amat 1825

² Como el rugido del león, así infunde terror la ira del rey; peca contra su propia vida quien lo irrita.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Como rugido de cachorro de león es el terror del rey; El que lo enfurece peca contra sí mismo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² La furia del rey es como el rugido del león; quien provoca su enojo, pone en peligro su vida.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² La cólera del rey es como el rugido del león; el que la provoca arriesga su vida.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Como rugido de león es el terror del rey, El que provoca su ira, expone su propia vida.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Como rugido de león es la ira del rey: quien lo provoca arriesga su vida.

Proverbios 20:2 Referans Kwoze

1 Reyes 2:23

Por lo cual juró el rey Salomón por el Señor, diciendo: Tráteme Dios con todo el rigor de su justicia, si no es verdad que en daño de su propia vida ha entablado Adonías esta pretensión.

1 Reyes 2:24

Ahora, pues, vive Dios, que me ha establecido y colocado sobre el solio de mi padre David, y que me ha fundado casa como lo tenía prometido, que hoy ha de morir Adonías.

Proverbios 19:12

Como el rugido del león, tal es la ira del rey; mas su rostro placentero es cual rocío que desciende sobre la hierba.

Proverbios 8:36

Mas quien pecare contra mí, dañará a su propia alma. Todos los que me aborrecen a mí, aman la muerte.

Eclesiastés 10:4

Si el espíritu del poderoso se alzare contra ti, no desampares tu puesto; porque tu vigilancia atajará pecados gravísimos.

Oseas 11:10

Ellos seguirán al Señor, cuando él ruga como león. Rugirá el Señor, y causará asombro a los hijos del mar.

Amós 3:8

Ruge el león de Judá: ¿Quién no temerá? El Señor Dios ha hablado, ¿quién se retraerá de profetizar?

Habacuc 2:10

No parece sino que has ido trazando la ruina de tu casa; has asolado muchos pueblos, y tu alma delinquió.

Números 16:38

con la muerte de los pecadores; y que los reduzca a planchas, las cuales clave en el altar, por haberse ofrecido en ellos incienso al Señor, y quedar a él consagrados; a fin de que los hijos de Israel las miren como una señal y recuerdo.