Proverbios 17:10 - Biblia Torres Amat 1825

¹⁰ Más aprovecha una reprensión al prudente, que cien azotes al insensato.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ La reprensión aprovecha al entendido, Más que cien azotes al necio.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Es más efectivo un solo regaño al que tiene entendimiento que cien latigazos en la espalda del necio.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Una amonestación tiene más efecto sobre un hombre inteligente que cien bastonazos sobre un tonto.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Una sola reprensión aprovecha al prudente Más que cien golpes al imprudente.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Un reproche impresiona más al cuerdo que cien azotes al insensato.

Proverbios 17:10 Referans Kwoze

Salmos 141:5

El justo me corregirá y reprenderá con caridad y misericordia; pero nunca llegará a ungir con bálsamo mi cabeza el pecador. Porque mis oraciones se dirigirán siempre contra sus antojos.

Proverbios 13:1

El hijo sabio atiende a la doctrina del padre; el perverso no hace caso de sus reprensiones.

Proverbios 15:5

El necio se mofa de la amonestación de su padre; mas el que hace caso de la corrección, se hará más avisado. Donde abunda la justicia, se halla suma fortaleza; pero los designios de los impíos serán arrancados de cuajo.

Proverbios 17:11

El malvado anda siempre armando rebeliones; pero el ángel cruel será enviado contra él para castigarlo.

Proverbios 17:9

Quien oculta las faltas ajenas, se concilia amistades; el que las cuenta y repite, desune a los que están unidos.

Proverbios 19:25

Azotado el hombre impío o escandaloso, el necio será más cuerdo; mas si corrigieres al varón sabio, luego se aprovechará éste del aviso.

Proverbios 27:22

Aun cuando majases al necio en un mortero, como se maja la cebada con el mazo, no desprenderías de él su necedad.

Proverbios 29:19

No bastan las solas palabras para corregir a un ánimo que sólo obra por temor, porque conoce bien lo que tú dices, mas no quiere darse por entendido.

Apocalipsis 3:19

He aquí que estoy a la puerta de tu corazón, y llamo; si alguno escuchare mi voz y me abriere la puerta, entraré a él, y con él cenaré, y él conmigo.