Proverbios 14:32 - Biblia Torres Amat 1825

³² Desechado de Dios será el impío por causa de su malicia, mas el justo aun en su muerte conserva la esperanza.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³² Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² Los perversos son aplastados por el desastre, pero los justos tienen un refugio cuando mueren.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Al malvado lo derriba su propia malicia; el justo está seguro hasta en la muerte.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² Por su propia maldad será derribado el impío, Pero el justo tiene esperanza aun en su muerte.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² Por su maldad es hundido el malvado, el justo se refugia en su inocencia.

Proverbios 14:32 Referans Kwoze

Génesis 49:18

Yo, Señor, aguardaré TU SALUD.

Job 13:15

No; aun dado que el Señor me quitare la vida, en él esperaré; en todo caso yo expondré ante su acatamiento mi conducta.

Job 18:18

De la luz será arrojado a las tinieblas, y desterrado fuera del mundo.

Salmos 16:11

Me hiciste conocer las sendas de la vida; me colmarás de gozo con la vista de tu divino rostro; en tu diestra se hallan delicias eternas.

Salmos 17:15

Pero yo compareceré en tu presencia con la justicia de mis obras; y quedaré plenamente saciado, cuando se me manifieste tu gloria.

Salmos 23:4

De esta suerte, aunque caminase yo por la sombra de la muerte, no temeré ningún desastre; porque tú estás conmigo. Tu vara y tu báculo han sido mi consuelo.

Salmos 37:37

Conserva, pues, tú la inocencia, y atiende a la justicia; porque el hombre pacífico deja de sí memoria,

Salmos 58:9

Antes que los enemigos, que son, oh justos, vuestras espinas, lleguen a hacerse una zarza, vivos así como están los devorará el Señor en su ira.

Salmos 73:24

Tú me asiste de la mano derecha, y me guiaste según tu voluntad, y me acogiste con gloria.

Proverbios 11:5

La justicia del hombre sencillo dirigirá sus pasos; y al impío le hará caer en el precipicio su impiedad.

Proverbios 14:33

La sabiduría reside en el corazón del hombre prudente, y ella iluminará a todo ignorante.

Proverbios 24:16

porque siete veces caerá el justo, y siempre volverá a levantarse; al contrario, los impíos se despeñarán más y más en el mal.

Proverbios 5:22

El impío será presa de sus mismas iniquidades, y quedará enredado en los lazos de su pecado.

Proverbios 6:15

De repente le vendrá a éste su perdición, y súbitamente quedará hecho añicos, sin que tenga ya remedio.

Lucas 2:29

Ahora, Señor, ahora sí que sacas en paz de este mundo a tu siervo, según tu promesa.

Juan 8:21

Les dijo Jesús en otra ocasión: Yo me voy, y vosotros me buscaréis, y vendréis a morir en vuestro pecado. Adonde yo voy, no podéis venir vosotros.

Juan 8:24

Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados; porque si no creyereis ser yo lo que soy, moriréis en vuestro pecado.

Romanos 9:22

Nadie puede quejarse si Dios, queriendo mostrar en unos su justo enojo, y hacer patente su poder, sufre con mucha paciencia a los que son vasos de ira, dispuestos para la perdición,

2 Corintios 1:9

Pero si sentimos pronunciar allá dentro de nosotros el fallo de nuestra muerte, fue a fin de que no pusiésemos nuestra confianza en nosotros, sino en Dios, que resucita a los muertos.

2 Corintios 5:8

En esta confianza que tenemos, preferimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor.

Filipenses 1:21

Porque mi vivir es todo para servir a Cristo , y el morir también, y además es una ganancia mía, pues me lleva a él.

Filipenses 1:23

pues me hallo estrechado por ambos lados, tengo deseos de verme libre de las ataduras de este cuerpo, y estar con Cristo , lo cual es sin comparación mejor para mí;

1 Tesalonicenses 5:3

Mas vosotros, hermanos, no vivís en las tinieblas del pecado, para que os sorprenda como ladrón aquel día;

2 Timoteo 4:18

Saluda a Prisca, y a Aquilas, y a la familia de Onesíforo.

Apocalipsis 14:13

Y oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados los muertos, que mueren en el Señor. Ya desde ahora, dice el Espíritu, que descansen de sus trabajos, puesto que sus obras los van acompañando.