11 Por eso, vendré a recuperar mi trigo en la cosecha
y mi vino nuevo en la vendimia;
y le quitaré mi lana y mi lino,
y todo lo que cubría su desnudez.
y estableció un día de fiesta solemne en el mes octavo, a los quince del mes, a semejanza de la solemnidad que se celebraba en Judá; subiendo él mismo al altar que había erigido en Betel, ofreció por su mano sacrificios a los becerros de oro que había fabricado; y estableció en Betel sacerdotes en los adoratorios de los lugares elevados que había erigido.
porque esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Sábete que yo a vuestros ojos, y en vuestros días, desterraré de este lugar la voz del gozo y la voz de la alegría, la voz del esposo y la voz o cantares de la esposa.
Y desterraré de entre ellos las voces de gozo y las voces de alegría, la voz o cantares del esposo y de la esposa, el ruido de la tahona y las luces que alumbran las casas.
Y haré que no se oiga en las ciudades de Judá, ni en las plazas de Jerusalén voz de regocijo y de alegría, voz de esposo y de esposa, porque toda la tierra quedará desolada.
Y en aquel día darán un estallido los quicios del templo, dice el Señor Dios, serán muchos los que perezcan; y reinará por todas partes el silencio de la muerte.
y decís: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos los géneros; y pasará el sábado, y sacaremos fuera los granos; achicaremos la medida, y aumentaremos el peso del siclo, sustituyendo balanzas falsas,