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Oseas 11:10 - Biblia Torres Amat 1825

10 Ellos seguirán al Señor, cuando él ruga como león. Rugirá el Señor, y causará asombro a los hijos del mar.

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Biblia Reina Valera 1960

10 En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues algún día la gente me seguirá. Yo, el Señor, rugiré como un león. Y cuando ruja, mi pueblo regresará temblando del occidente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Ustedes seguirán a Yavé, que rugirá como león. Sí, rugirá y sus hijos vendrán temblorosos desde el occidente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Irán en pos de YHVH, quien rugirá como león, Sí, Él rugirá, y sus hijos vendrán temblando desde occidente,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 En pos de Yahveh marcharán; él rugirá como un león; a su rugido, acudirán temerosos los hijos desde el occidente.

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Oseas 11:10
36 Referans Kwoze  

Por esto se estremeció mi corazón, y como que saltó de su lugar.


Traspasa con tu santo temor mis carnes, pues tus juicios me han llenado de espanto.


Servid al Señor con temor, y regocijaos en él, poseídos siempre de un temblor santo.


Y enarbolará un estandarte entre las naciones, y reunirá los fugitivos de Israel, y recogerá los dispersos de Judá de los cuatro puntos de la tierra.


Pues tú, ¡oh Señor!, has desechado a tu pueblo, a los de la casa de Jacob , porque están llenos, como antiguamente, de superstición e idolatría, y han tenido adivinos como los filisteos, y se complacen en tener esclavos extranjeros.


Como un ave que revolotea en torno de su nido, del mismo modo amparará a Jerusalén , el Señor de los ejércitos, la protegerá y librará, pasando de un lado a otro; y la salvará.


Hasta ahora, dirá el, estuve siempre callado, guardé silencio, fui misericordioso; mas ya como voces de mujer que está de parto, así serán las mías: Desolaré y devoraré de un golpe a todos mis enemigos.


No padecerán hambre ni sed, ni el ardor del sol les ofenderá; porque aquel Señor que usa de tanta misericordia para con ellos, los conducirá, y los llevará a beber en los manantiales de las aguas.


Se consumirían como en un horno de fuego; las aguas mismas arderían como llamas, para que se hiciese manifiesto tu nombre a tus enemigos, y temblasen delante de ti las naciones.


Estas cosas todas las hizo mi mano y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿Y en quién pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye con respetuoso temor mis palabras?


Oíd la palabra del Señor vosotros que la escucháis con respetuoso temor: Vuestros hermanos que os aborrecen y os desechan por razón de mi Nombre, dijeron: ¡Ea!, que muestre el Señor en vosotros su gloria, y la reconoceremos al ver la alegría de vuestro rostro. Mas no temáis, ellos quedarán confundidos.


Anda y predica a toda Jerusalén , diciendo: Esto dice el Señor: Compadecido de tu mocedad me he acordado de ti, y del amor que te tuve, cuando me desposé contigo, y cuando después me seguiste en el desierto, en aquella tierra que no se siembra.


Todas estas cosas les profetizarás y les dirás: El Señor rugirá como león desde lo alto, y desde su santa morada hará resonar su voz; rugirá fuertemente contra Jerusalén , lugar de su gloria; se oirá un grito de triunfo contra todos los habitantes de esta tierra, una algazara semejante a la de aquellos que pisan la vendimia.


Vendrán llorando de gozo, y yo, compadecido de ellos, los conduciré a la vuelta por en medio de arroyos de frescas aguas, vía recta y sin ningún tropiezo; porque padre soy yo de Israel; y Efraín es mi primogénito.


Lo cual hará que las naciones todas de la tierra, a cuya noticia lleguen todos los beneficios que les haya hecho, celebrarán con gozo mi santo Nombre, y me alabarán con voces de júbilo; y quedarán llenas de asombro y de un saludable temor, a vista de tantos bienes y de la suma paz que yo les concederé.


¿conque a mí no me temeréis, dice el Señor, ni os arrepentiréis delante de mí? Yo soy el que al mar le puse por término la arena, ley perdurable que no quebrantará; han de levantarse sus olas, y no traspasarán sus límites; y se encresparán, pero no pasarán más adelante.


En aquellos días y en aquel tiempo se reunirán, dice el Señor, los hijos de Israel, y con ellos los hijos de Judá para volver a Jerusalén ; y llorando de alegría se darán prisa, y buscarán al Señor su Dios.


si no hiciereis agravio al forastero, y al huérfano, y a la viuda, ni derramáreis la sangre inocente en este lugar; y no anduviereis en pos de dioses ajenos para vuestra misma ruina:


Vosotros hurtáis, matáis, cometéis adulterios; vosotros juráis en falso, hacéis libaciones a Baal, y os vais en pos de dioses ajenos que no conocíais.


Y todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se despojarán de sus insignias, y arrojarán sus vestidos bordados, y su cubrirán de espanto; se sentarán en el suelo, y atónitos de tu repentina caída quedarán como fuera de sí.


y después de esto volverán los hijos de Israel en busca del Señor Dios suyo, y del descendiente de David, su Rey y Salvador , y buscarán con santo temor y respeto al Señor y a sus bienes en el fin de los tiempos.


Y el Señor rugirá desde Sión y hará oír su voz desde Jerusalén , y se estremecerán los cielos y la tierra. Mas el Señor es la esperanza de su pueblo y la fortaleza de los hijos de Israel.


Dijo, pues: El Señor rugirá desde Sión, y hará oír su voz desde Jerusalén , y se marchitarán los más hermosos pastos, o praderas, y se agostarán las cimas del Carmelo.


¿Por ventura rugirá el león en el bosque, si no ve la presa? ¿Acaso el joven león alzará su rugido dentro de su cueva, sin que haya apresado algo?


Ruge el león de Judá: ¿Quién no temerá? El Señor Dios ha hablado, ¿quién se retraerá de profetizar?


Porque todos los pueblos andarán cada uno en el nombre de su dios; mas nosotros andaremos en el nombre del Señor Dios nuestro por todos los siglos de los siglos.


Oí tu voz y se conmovieron mis entrañas, a esa voz tuya temblaron mis labios. Penetre mis huesos la podredumbre, y broten dentro de mí gusanos; a fin de que yo consiga reposo en el día de la tribulación, y vaya a reunirme con el pueblo nuestro que está apercibido.


Pues yo los traeré de la tierra de Egipto, y los recogeré a la Asiria, y los conduciré a la tierra de Galaad y del Líbano, y no se hallará bastante lugar para ellos.


Y los haré fuertes en el Señor, y en mi Nombre seguirán adelante, dice el Señor.


Esto dice el Señor de los ejércitos: He aquí que yo sacaré salvo al pueblo mío de las regiones del oriente y de las regiones del occidente.


Y volviendo Jesús a hablar al pueblo, dijo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue, no camina a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida.


Pero inculcando Pablo la doctrina de la justicia, de la castidad y del juicio venidero, despavorido Félix le dijo: Basta por ahora, retírate, que a su tiempo yo te llamaré.


Por consiguiente nada hay ahora digno de condenación en aquellos que están reengendrados en Cristo Jesús , y que no siguen la carne.


como quiera que los ángeles mismos con ser tanto mayores en fuerza y poder, no condenan con palabras de execración, ni maldición, a los de su especie;


Y articulado que hubieron los siete truenos sus voces, iba yo a escribirlas, cuando oí una voz del cielo que me decía: Sella, o reserva en tu mente, las cosas que hablaron los siete truenos, y no las escribas.


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