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Oseas 1:10 - Biblia Torres Amat 1825

10 Mas algún día el número de los hijos del verdadero Israel será como el de las arenas del mar, que no tienen medida ni guarismo. Y sucederá que donde se les haya dicho a ellos: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Vosotros sois hijos del Dios vivo.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Sin embargo, llegará el día cuando el pueblo de Israel será como la arena a la orilla del mar, ¡imposible de contar! Así que en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se dirá: “Ustedes son hijos del Dios viviente”.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 °Con todo, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar.° Y sucederá que donde se les haya dicho: Vosotros no sois mi pueblo; se les dirá: Hijos del Dios viviente.

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Oseas 1:10
26 Referans Kwoze  

Y multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra; si hay hombre que pueda contar los granitos del polvo de la tierra, ése podrá contar tus descendientes.


Yo te llenaré de bendiciones, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y como la arena que está en la orilla del mar; tu posteridad poseerá las ciudades de sus enemigos,


Tú has prometido hacerme mil bienes, y dilatar mi descendencia como las arenas del mar, que por la muchedumbre no pueden contarse.


Pues tú escogiste a Israel para que fuese para siempre tu pueblo; y tú, ¡ah Señor Dios!, quisiste hacerte su Dios.


porque a todos aquellos que invocan mi santo nombre los creé, los formé, e hice para gloria mía.


y como sus arenas la descendencia tuya, y como sus granitos o piedrecitas los hijos de tus entrañas; no hubiera perecido, ni quedado borrado su nombre delante de mis ojos.


Tú, no obstante, eres nuestro verdadero padre; porque Abrahán no nos conoció, e Israel no supo nada de nosotros. Sí, tú, ¡oh Señor!, eres nuestro Padre, nuestro Redentor, éste es tu nombre desde la eternidad.


Ahora bien, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; obras somos todos de tus manos.


Han venido a buscarme aquellos que antes no preguntaban por mí, me han hallado aquellos que no me buscaron. Yo he dicho a una nación que no invocaba mi Nombre: Aquí estoy, heme aquí.


y traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones y los ofrecerán como un presente al Señor, conduciéndolos en caballos, y en carrozas, y en literas, y en mulas, y en carruajes a mi monte santo de Jerusalén , dice el Señor, como cuando los hijos de Israel llevan en un vaso puro la ofrenda a la casa del Señor.


Así como no pueden contarse las estrellas del cielo, ni numerarse las arenas del mar; así yo multiplicaré sin cuento los descendientes de mi siervo David y los levitas mis ministros.


Ha sido decretado por mí que en todo mi imperio y reino se respete y tema al Dios de Daniel, porque él es el Dios viviente y eterno para siempre; y su reino no será destruido, y eterno es su poder.


Y dijo el Señor a Oseas: Ponle por nombre: No mi pueblo ; porque vosotros no seréis ya mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.


Y la sembraré yo para mí como preciosa simiente sobre la tierra, porque me apiadaré de aquella nación que fue llamada: No más misericordia. Y al que dije que no era mi pueblo, le diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios.


Pero a todos los que le recibieron, que son los que creen en su nombre, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios.


Así las criaturas todas están aguardando con gran ansia la manifestación de los hijos de Dios.


y yo os acogeré, y seré yo vuestro padre, y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor todopoderoso.


Todos éstos vinieron a morir constantes siempre en su fe, sin haber recibido los bienes que se les habían prometido, contentándose con mirarlos de lejos y saludarlos, y confesando al mismo tiempo ser peregrinos y huéspedes sobre la tierra.


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