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Números 18:20 - Biblia Torres Amat 1825

20 Por lo que dijo el Señor Aarón: Vosotros no tendréis posesión ninguna en la tierra de vuestros hermanos, ni entraréis a la parte con ellos: Yo soy tu porción y tu herencia en medio de los hijos de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 El Señor le dijo a Aarón: «Ustedes, los sacerdotes, no recibirán ninguna asignación de tierra ni porción de terreno entre el pueblo de Israel. Yo soy tu porción y tu asignación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Yavé dijo además a Aarón: 'Tú no tendrás territorio alguno en el país ni habrá parte alguna para ti en medio de tu pueblo. Porque yo mismo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y YHVH dijo a Aarón: En tierra de ellos no heredarás, ni tendrás porción en medio de ellos. Yo soy tu porción y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Dijo Yahveh a Aarón: 'No tendrás heredad en su tierra, ni habrá parte para ti en medio de ellos; yo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas.

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Números 18:20
20 Referans Kwoze  

Pasadas, pues, que fueron estas cosas, habló el Señor a Abram, en una visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy tu protector y tu galardón sobremanera grande.


Clamé a ti, oh Señor, diciendo: Tú eres la única esperanza mía, mi porción en la dichosa tierra de los vivientes.


El Señor es la parte que me ha tocado en herencia, y la porción destinada para mí. Tú eres, oh Señor, el que me restituirá y conservará mi heredad.


¡Ah! mi carne y mi corazón desfallecen, ¡oh Dios de mi corazón, Dios que eres la herencia mía por toda la eternidad!


Mi herencia, dice el alma mía, es el Señor; por tanto pondré en él mi confianza.


Y los sacerdotes no tendrán heredad o tierras; la heredad de ellos soy yo, y así no les daréis a ellos ninguna posesión en Israel; porque yo soy su posesión.


Ahora bien, tú y tus hijos conservad vuestro sacerdocio; y todas las cosas que pertenecen al servicio del altar y están del velo adentro, han de ser administradas por los sacerdotes. Si algún extraño se introdujere, será muerto.


Todos los que fueron contados de la familia de Leví se halló que eran veintitrés mil varones de un mes arriba; porque no fueron puestos en el censo de los hijos de Israel, ni se les dio posesión alguna como a los demás.


Por lo cual Leví no tuvo porción, ni entró a la parte en la posesión con sus hermanos; por cuanto el mismo Señor es su herencia, según se lo prometió el Señor Dios tuyo.


Allí celebraréis vuestros banquetes delante del Señor Dios vuestro, vosotros y vuestros hijos e hijas, vuestros criados y criadas; y también los levitas que moran en vuestras ciudades, ya que no tienen otra parte ni posesión entre vosotros, sino las ofrendas.


y al levita que habita dentro de tus muros, mira no le abandones, porque no tiene otra parte en tu posesión.


Y vendrá el levita, que no tiene otra parte ni otra herencia entre vosotros, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda que habitan contigo dentro de unos mismos muros, y comerán hasta saciarse; para que tu Señor Dios te bendiga en todas las obras de tus manos.


A la tribu de Leví no le dio Moisés posesión alguna: pues los sacrificios y las víctimas del Señor Dios de Israel son su propia herencia, como el mismo Señor se lo había dicho.


Mas a la tribu de Leví no le dio porción ninguna de tierra; porque el Señor Dios de Israel, él mismo es su herencia, como se lo tiene dicho.


Pues que a las otras dos tribus y media les tenía dado ya Moisés su porción a la otra parte del Jordán: sin contar con los levitas, quienes no recibieron porción alguna de tierra entre sus hermanos,


Porque los levitas no tienen parte alguna entre vosotros, sino que su heredad es el sacerdocio del Señor; y Gad, y Rubén, y la media tribu de Manasés ya recibieron sus posesiones al otro lado del Jordán, hacia el oriente; las cuales les dio Moisés, siervo del Señor.


Y oí una voz grande que venía del trono, y decía: Ved aquí el Tabernáculo de Dios entre los hombres, y el Señor morará con ellos. Y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios habitando en medio de ellos será su Dios.


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