Y que traeríamos a los sacerdotes para el tesoro de la casa de nuestro Dios las primicias de nuestros alimentos, y de nuestros licores, y de las frutas de todo árbol, y de la vendimia, y del aceite; y el diezmo de nuestras tierras a los levitas. Los mismos levitas recibirán en todas las ciudades el diezmo de nuestras labores.
De los sacerdotes serán también las primicias u ofrenda de todo lo primerizo, y las libaciones todas de cuanto se ofrece, y a los sacerdotes daréis las primicias de vuestros manjares, para que esto atraiga la bendición sobre vuestras casas.
Pero cuando ofrecieres al Señor la oblación de las primicias de tus mieses, de las espigas, todavía verdes, las has de tostar al fuego, y desmenuzar como se hace con el grano, y ofrecerás así tus primicias al Señor,
Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que os daré y segado las mieses, ofreceréis al sacerdote manojos de vuestras espigas, primicias de vuestra siega,
Porque si las primicias de los judíos son santas, esto es, los patriarcas, lo es también la masa o el cuerpo de la nación; y si es santa la raíz, también las ramas.
Y comerás en la presencia del Señor Dios tuyo en el lugar que escogiere para que sea invocado en él su nombre, el diezmo de tu trigo, y vino, y aceite, y los primerizos de tus vacas y ovejas; a fin de que aprendas a temer a tu Señor Dios en todo tiempo.
Estos son los que no se mancillaron con mujeres, porque son vírgenes. Estos siguen al Cordero doquiera que vaya. Estos fueron rescatados de entre los hombres como primicias escogidas para Dios y para el Cordero,