27 y dieron cuenta de su viaje, diciendo: Llegamos a la tierra a que nos enviaste; la cual realmente mana leche y miel, como se puede ver por estos frutos.
27 Este fue el informe que dieron a Moisés: «Entramos en la tierra a la cual nos enviaste a explorar y en verdad es un país sobreabundante, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Aquí está la clase de frutos que allí se producen.
Se apoderaron, pues, de las ciudades fuertes, y de una tierra fértil, y ocuparon casas llenas de toda suerte de bienes; hallaron cisternas ya construidas por otros, viñas, y olivares, y muchos árboles frutales; y comieron y se saciaron, y se engrosaron, y nadaron en delicias, merced a tu gran bondad.
Cuando el Señor, pues, te hubiere introducido, oh Israel, en la tierra del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del heveo y del jebuseo, que prometió con juramento a tus padres que te daría a ti, tierra que mana leche y miel, tú celebrarás este rito sagrado en dicho mes.
y tengo decretado el sacaros de la opresión que en él padecéis, y trasladaros al país del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y del heveo, y del jebuseo, a una tierra que mana leche y miel.
Y conociendo cuánto padece, he bajado a librarle de las manos de los egipcios, y hacerle pasar por aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y del heveo y del jebuseo.
a fin de que entres en la tierra que mana leche y miel. Porque yo no subiré a aquel país contigo; no sea que me viese obligado a destruirte en el camino, siendo como eres un pueblo de dura cerviz.
a fin de renovar y cumplir el juramento que hice a vuestros padres de darles una tierra que manase leche y miel, como se ve cumplido hoy día. A lo cual respondí yo Jeremías, y dije: ¡Así sea, oh Señor!
Yo también alcé mi mano contra ellos en el desierto, jurándoles que no los introduciría en la tierra que les di, tierra que mana leche y miel, la más excelente de todas las tierras;
aquel día empleé mi poder para sacarlos de la tierra de Egipto, a una tierra que yo les tenía ya destinada, la cual mana leche y miel, tierra la más excelente de todas.
Mas a vosotros digo: Entrad en posesión de su tierra, la cual yo os daré por herencia, tierra que mana leche y miel. Yo el Señor Dios vuestro, que os he separado de todos los demás pueblos.
Pues que, ¿te parece aún poco el habernos sacado de una tierra que manaba leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que además de eso nos has de estar tiranizando?
Por cierto que nos has introducido en terreno donde corren arroyos de leche y miel, y que nos has dado posesiones de campos y viñedos; o ¿por ventura quieres sacarnos también los ojos? Nosotros no vamos.
a fin de poder escribir en ellas todas las palabras de esta ley, pasado que hayas el Jordán para entrar en la tierra que te dará el Señor Dios tuyo, tierra que mana leche y miel, conforme lo tiene jurado a tus padres.
Porque yo los introduciré en una tierra que mana leche y miel, la que prometí con juramento a sus padres. Mas ellos cuando habrán comido, y se hayan hartado y engrosado, se pasarán a los dioses ajenos y los servirán, y blasfemarán de mí, y quebrantarán mi pacto.
Escucha, ¡oh Israel!, y pon cuidado en hacer lo que el Señor te ha mandado, y te irá bien, y serás multiplicado más y más, según la promesa que te ha hecho el Señor Dios de tus padres de darte una tierra que mana leche y miel.
los cuales anduvieron cuarenta años por aquella vastísima soledad, disponiéndolo así Dios hasta que hubieron muerto todos los que no habían obedecido a la voz del Señor, a quienes juró de antemano que no les dejaría ver la tierra que mana leche y miel.