3 A lo que añadió Tobías amonita, que estaba a su lado: Dejadlos que construyan, que si va una zorra saltará de un lado a otro de los muros y los derribará.
Volviéndose los mensajeros, llevaron a Benadad esta respuesta; el cual los despachó nuevamente, diciendo por medio de ellos a Acab: Háganme los dioses no bien, sino mucho mal, si todo el polvo o tierra de Samaria ha de ser bastante para que repartido entre mis soldados le quepa a cada uno un puñado.
Luego que lo supieron Sanaballat horonita, y Tobías amonita, criado del rey, tuvieron grandísimo pesar de que hubiese llegado un hombre que procurase la prosperidad de los hijos de Israel.
Enterados Sanaballat horonita, y Tobías amonita, criado del rey, y Gosem el árabe, nos silbaron y escarnecieron, diciendo: ¿Qué es esto que hacéis? ¿Os queréis acaso rebelar contra el rey?
Mas habiendo oído Sanaballat, y Tobías, y Gosem árabe y los demás enemigos nuestros, que yo había reedificado ya la muralla, y que no quedaba en ella ningún portillo (aunque no se había puesto todavía las hojas de las puertas),