Nehemías 2:8 - Biblia Torres Amat 18258 y también otra carta para Asaf, guarda de los reales bosques, a fin de que me suministre maderas para construir las puertas de la torre del templo, y los muros de la ciudad, y la casa en que habré de habitar. Me lo otorgó el rey, porque estaba a mi favor la benéfica mano de Dios. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19608 y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente8 Además, le ruego que me dé una carta dirigida a Asaf, el encargado del bosque del rey, con instrucciones de suministrarme madera. La necesitaré para hacer vigas para las puertas de la fortaleza del templo, para las murallas de la ciudad y para mi propia casa. Entonces el rey me concedió estas peticiones porque la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)8 Deme también una carta para Asaf, el gobernador del parque real, para que me entregue la madera para las puertas de la fortaleza del Templo, para la muralla de la ciudad y para la casa donde viviré'. Como la mano benevolente de Dios estaba conmigo, el rey me lo concedió todo. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion8 y también una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para enmaderar las puertas de la ciudadela que está junto a la Casa,° y para el muro de la ciudad, y para la casa en que yo he de estar. Y el rey me lo concedió, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19758 y asimismo otra carta para Asaf, guarda del bosque real, a fin de que me proporcione maderas con que construir las puertas de la ciudadela que está junto al templo, las murallas de la ciudad y la casa en la que yo voy a habitar'. Y me lo concedió el rey, pues la mano bondadosa de Dios estaba conmigo. Gade chapit la |
Sobre lo cual tengo también mandado cómo debe procederse para con aquellos ancianos de los judíos, a fin de que sea edificada la casa de Dios; y es que del erario del rey, esto, es, de los tributos que paga el territorio del otro lado del río, se les suministren con puntualidad los caudales a dichos varones, para que no se retarde la obra;