17 Tus guardas o capitanes se parecen a las langostas, y tus pequeños habitantes o soldados a las tiernas langostas; las cuales hacen asiento en los vallados durante el frío de la noche; pero luego que el sol ha nacido, se levantan, y ya no queda rastro de ellas en el lugar en donde han parado.
17 Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están.
17 Tus guardias y tus oficiales también son como una nube de langostas que se amontona sobre los cercos en un día frío. Pero al igual que las langostas que vuelan cuando sale el sol, todos levantarán el vuelo y desaparecerán.
17 tus guardias, como langosta,
y tus funcionarios como enjambres de insectos
que se posan en los cercos en un día de frío.
Sale el sol y se van,
se despliegan los pulgones,
se vuelan y nadie sabe dónde.
17 Tus guardianes son como saltamontes, tus escribas como nube de insectos que se posan en los paredones en días de frío. Sale el sol y se escapan y nadie sabe adónde.
Alzad bandera en la tierra, haced resonar la trompeta entre las naciones, preparad los pueblos a una guerra sagrada contra Babilonia; llamad contra ella a los reyes de Ararat, de Menni y de Ascenez; alistad contra ella los soldados de Tafsar; poned en campaña caballos como un ejército de langostas armadas de aguijones.
Y unas gentes extrañas, y de las más feroces entre las naciones, lo troncharán y lo arrojarán sobre los montes, y sus ramas caerán por todos los valles, y quedarán cortados sus arbustos en todas las rocas de la tierra; y todos los pueblos de la tierra se retirarán de su sombra, y lo abandonarán.