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Miqueas 6:6 - Biblia Torres Amat 1825

6 ¿Qué ofreceré, pues, al Señor que sea digno de él, a fin de aplacarle? ¿Doblaré la rodilla ante el Dios excelso? ¿Le ofreceré holocaustos y becerros de un año?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 ¿Qué podemos presentar al Señor? ¿Debemos traerle ofrendas quemadas? ¿Debemos inclinarnos ante el Dios Altísimo con ofrendas de becerros de solo un año?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 ¿Con qué me presentaré delante de Yavé? ¿Cómo iré a arrodillarme delante del Dios Altísimo? ¿Acaso le traeré holocaustos o terneros de un año?

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 ¿Con qué me presentaré a YHVH y me postraré ante ’El-’Elyón?° ¿Me presentaré con holocaustos, con terneros añales?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 '¿Con qué me presentaré a Yahveh y me postraré ante el Dios excelso? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con terneros de un año?

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Miqueas 6:6
39 Referans Kwoze  

Dijo, pues, David a los gabaonitas. ¿Qué queréis que yo haga por vosotros? ¿Y qué satisfacción puede dárseos, a fin de que roguéis por la herencia del Señor?


Mas ¿cómo podré corresponder al Señor por todas las mercedes que me ha hecho?


Comieron, y le adoraron todos los ricos de la tierra; ante su acatamiento se postrarán todos los mortales.


Corramos a presentarnos ante su acatamiento, dándole gracias, y entonando himnos a su gloria.


Venid, pues, adorémosle; postrémonos, derramando lágrimas en la presencia del Señor que nos ha creado;


El cordero ha de ser sin defecto, macho, y primal o del año; podréis, guardando el mismo rito, tomar o sustituir por él un cabrito.


Observarás la solemnidad de los ázimos. Por siete días, como te tengo mandado, comerás pan sin levadura en el mes de los nuevos frutos, que es cuando saliste de Egipto; no te presentarás delante de mí con las manos vacías.


Detesta el Señor las víctimas de los impíos; lo aplacan los votos de los justos.


El ejercitar la misericordia y la justicia, place más al Señor que las víctimas.


Todas las naciones de la tierra son en presencia suya como si no fueran, y como nada, y una cosa que no existe, así son por él consideradas.


¿Para qué me ofrecéis vosotros el incienso de Sabá y la caña olorosa de lejanas tierras? Vuestros holocaustos no me son agradables, ni me placen vuestras víctimas.


Y cuando entre el pueblo de la tierra a la presencia del Señor en las solemnidades, aquel que entrare por la puerta septentrional para adorar, salga por la puerta del mediodía; y aquel que entrare por la puerta del mediodía, salga por la puerta septentrional. Nadie saldrá por la puerta que ha entrado, sino por la que está en frente de ella.


Se acercó entonces Nabucodonosor a la boca del horno de fuego ardiente, y dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salid fuera, y venid. Y luego salieron de en medio del fuego Sidrac, Misac y Abdénago.


¡Oh Baltasar, príncipe de los adivinos!, por cuanto yo sé que tienes dentro de ti el espíritu de los santos dioses, y que no hay para ti secreto alguno impenetrable, expónme las visiones que he tenido en mis sueños, y dime su significado.


El Dios Altísimo, ¡oh rey!, dio a tu padre Nabucodonosor el reino y la magnificencia, la gloria y los honores;


y fue separado del trato de los hombres; además su corazón se hizo semejante al de una bestia, y habitó con los asnos monteses; comió heno como si fuera un buey, y su cuerpo recibió el rocío del cielo: hasta tanto que reconoció que el Altísimo tiene el dominio sobre el reino de los hombres, y que ensalza sobre el solio a quien él quiere.


Irán a buscar al Señor con la ofrenda de sus rebaños y vacadas, y no lo hallarán, se retiró de ellos.


Y cuando vosotros me presentareis vuestros holocaustos y dones, yo no los aceptaré, ni volveré mi vista hacia las gordas víctimas que me ofreceréis en voto.


un buey de la vacada, un carnero y un cordero primal para holocausto,


Se le acercó entonces un hombre joven que le dijo: Maestro bueno, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la vida eterna?


y que el amarle de todo corazón, y con todo el espíritu, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.


Y clamando en alta voz dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Altísimo Dios? En nombre del mismo Dios te conjuro que no me atormentes.


Se levantó entonces un doctor de la ley, y le dijo con el fin de tentarle: Maestro, ¿qué debo yo hacer para conseguir la vida eterna?


Jesús les respondió, y dijo: En verdad, en verdad os digo, que vosotros me buscáis no por mi palabra atestiguada por los milagros que habéis visto, sino porque os he dado de comer con aquellos panes, hasta saciaros.


Esta, siguiendo detrás de Pablo y de nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios altísimo, que os anuncian el camino de la salvación.


y sacándolos afuera, les dijo: Señores ¿qué debo hacer para salvarme?


Oído este discurso, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Pues, hermanos, ¿qué es lo que debemos hacer?


Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,


este nuestro sumo sacerdote después de ofrecida una sola hostia por los pecados, está sentado para siempre a la diestra de Dios,


Dijo entonces Samuel: ¿Por ventura el Señor no estima más que los holocaustos y las víctimas, el que se le obedezca a su voz? La obediencia vale más que los sacrificios, y el ser dócil importa más que el ofrecer la grasa de los carneros.


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