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Miqueas 4:7 - Biblia Torres Amat 1825

7 y salvaré los restos de la que cojeaba, y formaré un pueblo robusto de aquella misma nación que había sido afligida; y sobre todos ellos reinará el Señor en el monte de Sión desde ahora para siempre jamás.

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Biblia Reina Valera 1960

7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Los que son débiles sobrevivirán como un remanente; los que fueron desterrados volverán a ser una nación poderosa. Entonces yo, el Señor, desde Jerusalén gobernaré como su rey para siempre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 De las cojas salvaré un resto, y haré de las extraviadas una nación poderosa. Reinaré sobre ellas en el monte Sión, desde ahora y para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 De la que cojea haré un remanente, Y de la descarriada una nación poderosa, Y YHVH reinará sobre ellos en el monte Sión Desde entonces y para siempre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Haré de las cojas un resto, y de las extraviadas una nación poderosa. Yahveh reinará sobre ellos en el monte Sión desde ahora y para siempre.

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Miqueas 4:7
32 Referans Kwoze  

Mas yo he sido por él constituido rey sobre Sión, su santo monte, para predicar su ley.


Hemos oído hablar de la soberbia de Moab, él es orgulloso en extremo; su soberbia, su arrogancia y su impetuosidad exceden mucho a sus fuerzas.


¡Oh Señor! Tú eres mi Dios, yo te ensalzaré, y bendeciré tu Nombre; porque has ejecutado cosas maravillosas, designios antiguos y fieles o infalibles. Amén.


Y sucedió que reinando en Judá Acaz, hijo de Joatán, hijo de Ozías, vino Rasín, rey de Siria, con Facee, hijo de Romeía, rey de Israel, sobre Jerusalén para combatir contra ella, y no pudieron tomarla.


El menor de ellos valdrá por mil, y el párvulo por una nación poderosísima. Yo el Señor haré súbitamente todo esto cuando llegare su tiempo.


¿Quién jamás oyó cosa tal, ni quién vio cosa semejante a esto? ¿Tiene acaso la tierra en un solo día el fruto? ¿O ha sido engendrada nunca de una vez toda una nación? Pues he aquí que Sión se sintió preñada y parió sus hijos.


me dijo: Hijo de hombre, he aquí el lugar de mi trono, y el lugar donde asentaré mis pies, y donde tendré mi morada entre los hijos de Israel para siempre. Los de la familia de Israel no profanarán ya más mi santo Nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones o idolatrías, con los cadáveres de sus reyes y con los oratorios en los lugares altos.


Pero en el tiempo de aquellos reinos, el Dios del cielo levantará un reino que nunca jamás será destruido; y este reino no pasará a otra nación, sino que quebrantará y aniquilará todos estos reinos, y él subsistirá eternamente.


Mas cumplidos que fueron aquellos días, levanté yo, Nabucodonosor, mis ojos al cielo, y me fue restituido mi juicio; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive eternamente. Porque su poder es un poder eterno, y su reino dura por todos los siglos;


Y le dio éste la potestad, el honor y el reino; y todos los pueblos, tribus y lenguas le servían a él; la potestad suya es potestad eterna que no le será quitada, y su reino es indestructible.


Y para que el reino, y la potestad, y la magnificencia del reino, cuanta hay debajo de todo el cielo, sea dada al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino sempiterno, y a él le servirán y obedecerán los reyes todos.


Mas algún día el número de los hijos del verdadero Israel será como el de las arenas del mar, que no tienen medida ni guarismo. Y sucederá que donde se les haya dicho a ellos: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Vosotros sois hijos del Dios vivo.


Y sucederá que cualquiera que invocare el Nombre del Señor, será salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén hallarán la salvación, como ha dicho el Señor, los restos del pueblo de Judá; los cuales serán llamados por el Señor a su pueblo escogido.


Y conoceréis que yo soy el Señor Dios vuestro, que habito en mi monte santo de Sión; y Jerusalén será entonces santa, y no pondrán más el pie dentro de ella los extraños o profanos.


Y subirán salvadores al monte de Sión, los cuales juzgarán y gobernarán el monte o país de Esaú; y reinará el Señor.


Pero al fin, yo te reuniré todo junto, ¡oh Jacob !, yo recogeré en uno los restos de Israel, los pondré todos juntos como rebaño en un aprisco, como las ovejas en la majada; grande será el ruido que hagan sus gentes.


E irá delante de ellas aquel buen Pastor que les abrirá el camino; forzarán la puerta, pasarán por ella, y entrarán dentro; y su rey irá delante de ellas; y estará a su frente el Señor.


Por esto el Señor los dejará hasta aquel tiempo en que parirá la que ha de parir al dominador; y entonces las reliquias de sus hermanos se reunirán con los hijos de Israel.


¿Quién es, oh Dios, semejante a ti que perdonas la maldad y olvidas el pecado de las reliquias de Israel herencia tuya? No dará ya el Señor libre curso a su indignación, porque él es amante de la misericordia.


Los restos del pueblo de Israel no cometerán injusticia, ni hablarán mentira, ni tendrán en su boca una lengua falaz; pues tendrán pastos excelentes, y gozarán descanso, y no habrá nadie que les cause miedo.


En aquel tiempo, cuando yo os haya traído, y os haya reunido, haré que adquiráis fama y seáis alabados en todos los pueblos de la tierra; entonces os veréis librados por mí de vuestro cautiverio, dice el Señor.


y su reino no tendrá fin.


Aquí los veinticuatro ancianos, que están sentados en sus tronos en la presencia de Dios, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo:


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