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Miqueas 2:3 - Biblia Torres Amat 1825

3 Por tanto, esto dice el Señor: He aquí que yo estoy pensando en enviar calamidades sobre esta familia, de las cuales no podréis vosotros libraros; y no andaréis ya erguidos, porque será tiempo en extremo calamitoso.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Pero esto es lo que dice el Señor: «Pagaré su maldad con maldad; no podrán librar su cuello de la soga. No volverán a caminar con orgullo, porque será un tiempo terrible».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Por eso, dice Yavé, yo también tramo el mal contra esa gente, una desgracia tan grande que no podrán hacerle el quite ni caminar con la frente en alto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Por tanto, así dice YHVH: Ahora me toca a mí planear contra esta estirpe un mal Del cual no podréis apartar el cuello, Ni podréis seguir caminando erguidos, Tal tiempo de calamidad será.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Por eso, así dice Yahveh: 'Mirad que yo estoy tramando contra esta familia un mal del que no podréis apartar el cuello. No andaréis ya erguidos, pues será un tiempo de desdichas.

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Miqueas 2:3
29 Referans Kwoze  

aquellos que con sus palabras inducían a los hombres a pecar, y armaban lazos al que en la puerta, o juzgado de la ciudad, los reprendía, y sin causa se alejaron del justo y de la justicia.


Raerá el Señor la cabeza de las hijas de Sión, y las despojará de sus cabellos.


¡Ay de vosotros los que llamáis mal al bien y bien al mal; y tomáis las tinieblas por la luz, y la luz por las tinieblas; y tenéis lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!


Tú, pues, ahora di a los varones de Judá y a los habitantes de Jerusalén : Esto dice el Señor: Mirad que yo estoy amasando estragos contra vosotros, y trazando designios en daño vuestro. Conviértase cada uno de vosotros de su mala vida, y enmendad vuestras costumbres e inclinaciones.


También le anuncié a Sedecías, rey de Judá, todas estas mismas cosas, diciendo: Doblad vuestra cerviz al yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y así salvaréis la vida.


Por lo cual esto dice el Señor: Vosotros no me habéis querido escuchar, asegurando cada uno la libertad a su hermano y a su prójimo; pues he aquí que yo promulgo para vosotros la libertad, dice el Señor, para separaros de mí, y quedar a merced de la espada, de la peste y del hambre, y os enviaré desparramados por todos los reinos de la tierra.


Y así que Judí hubo leído tres o cuatro páginas, el rey hizo pedazos el libro con el cortaplumas del secretario, y lo arrojó en el fuego del brasero, el cual lo hizo consumir todo.


respondieron Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Caree, y todos aquellos hombres soberbios, y dijeron a Jeremías: Mientes en lo que dices. No te ha enviado el Señor Dios nuestro a decirnos: No vayáis a habitar en Egipto;


Y todos aquellos que restaren de esta perversa raza, en todos los lugares o sitios abandonados a donde yo los arroje, dice el Señor de los ejércitos, preferirán más morir que vivir en tantos trabajos.


El yugo o castigo de mis maldades se dio prisa a venir sobre mí, el mismo Señor con sus manos las arrolló como un fardo y las puso sobre mi cuello; me faltaron las fuerzas; el Señor me ha entregado en manos de que no podré librarme.


El Señor ha hecho lo que tenía resuelto, cumplió lo que había anunciado desde los tiempos antiguos: Te ha destruido sin remisión y te ha hecho un objeto de gozo para tus enemigos, y ha ensalzado la pujanza de los que te odiaban.


Atados del cuello nos conducen como a bestias, no se da descanso a los fatigados.


Ahora, pues, alabo yo, Nabucodonosor, y ensalzo y glorifico al Rey del cielo; porque todas sus obras son verdaderas, y justos sus caminos; y puede él abatir a los soberbios.


Ni el hombre más ligero podrá escapar, y en vano hará esfuerzos el fuerte, y no podrá el valiente salvarse.


Escuchad, ¡oh hijos de Israel!, la palabra que ha pronunciado el Señor acerca de vosotros, acerca de toda aquella nación que sacó él de la tierra de Egipto, diciendo:


De entre todos los linajes de la tierra, sois vosotros los únicos a quienes he reconocido, por lo mismo os he de castigar más por todas vuestras maldades.


Por este motivo el prudente callará en aquel tiempo, porque es tiempo aciago.


¡Ay de vosotros que no pensáis sino en cosas vanas, y maquináis allá en vuestros lechos perversos designios! Los ejecutan al llegar la luz de la mañana; porque ellos se han declarado contra Dios.


(y los cuales por salvar mi vida expusieron sus cabezas, por lo que no solamente yo me reconozco agradecido, sino también las iglesias todas de los gentiles);


sino como prudentes, recobrando en cierto modo el tiempo perdido, porque los días de nuestra vida son malos.


Serás hecho esclavo de un enemigo que conducirá el Señor contra ti, le servirás con hambre y sed, y desnudez, y todo género de miserias; y pondrá un yugo de hierro sobre tu cerviz, hasta que te aniquile.


¿De qué servirá, hermanos míos, el que uno diga tener fe, si no tiene obras? ¿Por ventura la fe podrá salvarle?


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