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Mateo 5:18 - Biblia Torres Amat 1825

18 Que con toda verdad os digo que antes faltarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse perfectamente cuanto contiene la ley, hasta una sola letra o ápice de ella.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque de cierto os digo: Hasta que pase el cielo y la tierra, de ningún modo pasará una iota,° ni un trazo° de letra de la ley, hasta que todo se haya cumplido.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Porque os lo aseguro: antes pasarán el cielo y la tierra que pase una sola jota o una sola tilde de la ley sin que todo se cumpla.

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Mateo 5:18
82 Referans Kwoze  

Estos perecerán; pero tú eres inmutable. Vendrán a gastarse como un vestido. Y los mudarás como quien muda una capa, y mudados quedarán.


Fieles e invariables son todos sus mandamientos, confirmados en todos los siglos, y fundados en la verdad y en la rectitud.


Desde el principio conocí que has establecido tus preceptos para que subsistan eternamente.


Súbete sobre un alto monte tú que anuncias buenas nuevas a Sión; alza esforzadamente tu voz; ¡oh tú que hablas a Jerusalén !, álzala y no temas. Di a las ciudades de Judá: He ahí a vuestro Dios.


Yo el que digo al abismo: Sécate; yo dejaré áridos tus ríos.


Alzad al cielo vuestros ojos, y bajadlos después a mirar la tierra, porque los cielos como humo se desharán y mudarán, y la tierra se consumirá como un vestido, y perecerán como estas cosas sus moradores. Pero la salud o el Salvador que yo envío, durará para siempre, y nunca faltará mi justicia.


En verdad os digo que Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor en el día del juicio, que esa ciudad.


Entretanto, cuando en una ciudad os persigan, huid a otra. En verdad os digo que no acabaréis de convertir a las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.


Y cualquiera que diere de beber a uno de estos pequeñuelos un vaso de agua fresca solamente por razón de ser discípulo mío, os doy mi palabra que no perderá su recompensa.


En verdad os digo que no ha salido a la luz entre los hijos de mujeres alguno mayor que Juan Bautista; si bien el que es menor en el reino de los cielos, es superior a él.


Pues en verdad os digo que muchos profetas y justos ansiaron ver lo que vosotros estáis viendo, y no lo vieron, y oír lo que oís, y no lo oyeron.


En verdad os digo que hay aquí algunos que no han de morir antes que vean al Hijo del hombre aparecer en el esplendor de su reino.


Y además, que esta casta de demonios no se lanza sino mediante la oración y el ayuno.


Os empeño mi palabra, que todo lo que atareis sobre la tierra, será eso mismo atado en el cielo; y todo lo que desatareis sobre la tierra, será eso mismo desatado en el cielo.


Y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y hacéis sencillos como a los niños, no entraréis en el reino de los cielos.


Jesús dijo entonces a sus discípulos: En verdad os digo que difícilmente un rico entrará en el reino de los cielos.


Mas Jesús le respondió: En verdad os digo, que vosotros que me habéis seguido, el día de la resurrección universal, cuando el Hijo del hombre se sentará en el solio de su majestad, vosotros también os sentaréis sobre doce sillas, y juzgaréis las doce tribus de Israel.


Y respondiendo Jesús , les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe y no andáis vacilando, no solamente haréis esto de la higuera, sino que aun cuando digáis a ese monte: Arráncate y arrójate al mar, así lo hará;


¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? El primero, dijeron ellos. Y Jesús prosiguió: En verdad os digo que los publicanos y las rameras os precederán y entrarán en el reino de Dios:


En verdad os digo, que todas estas cosas vendrán a caer sobre la generación presente.


Pero él les dijo: ¿Veis toda esa construcción? Pues yo os digo de cierto que no quedará de ella piedra sobre piedra.


En verdad os digo que le encomendará el gobierno de toda su hacienda.


Pero él respondió y dijo: En verdad os digo que yo no os conozco.


Y el rey, en respuesta, les dirá: En verdad os digo: Siempre que lo hicisteis con algunos de estos mis más pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis.


Entonces les responderá: Os digo en verdad: Siempre que dejasteis de hacerlo con alguno de estos mis pequeños hermanos, dejasteis de hacerlo conmigo.


Te aseguro que de allí no saldrás hasta que pagues el último céntimo.


Cuando ayunéis no os pongáis tristes como los hipócritas, que desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya recibieron su galardón.


Y así cuando das limosna no quieras publicarla a son de trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, o plazas, a fin de ser honrados de los hombres. En verdad les digo que ya recibieron su recompensa.


Al oír esto Jesús , mostró gran admiración, y dijo a los que le seguían: En verdad os digo que ni aun en medio de Israel he hallado fe tan grande.


En verdad os digo, que quien no recibiere, como niño el reino de Dios no entrará en él.


A lo que Jesús , respondiendo dijo: Pues yo os aseguro que nadie hay que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas o padre o madre, o hijos o heredades por amor de mí y del mensaje de salvación,


En verdad os digo, que cualquiera que dijere a este monte: Quítate de ahí, y échate al mar, no vacilando en su corazón, sino creyendo que cuanto dijere se ha de hacer, así se hará.


y entonces convocando a sus discípulos les dijo: En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más en el arca , que todos los otros.


En verdad os digo que no pasará esta generación, sin que se hayan cumplido todas estas cosas


Y estando a la mesa, y comiendo, dijo Jesús : En verdad os digo, que uno de vosotros, que come conmigo, me hará traición.


En verdad os digo, que de hoy más no beberá de este fruto de la vid, hasta el día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.


Jesús le replicó: En verdad te digo, que tú, hoy mismo esta noche, antes de la segunda vez que cante el gallo, tres veces me negarás.


En verdad os digo que doquiera que se predicare este mensaje de salvación por todo el mundo, se contará también en memoria o alabanza de esta mujer lo que acaba de hacer.


En verdad os digo, añadió, que todos los pecados se pedonarán fácilmente a los hijos de los hombres, y aun las blasfemias que dijeren;


Y dondequiera que os desecharen, y no quieran escucharos, retirándoos de allí, sacudid el polvo de vuestros pies, en testimonio contra ellos.


Mas Jesús , arrojando un suspiro de lo íntimo del corazón, dijo: ¿Por qué pedirá esta raza de hombres un prodigio? En verdad os digo, que a esa gente no se le dará el prodigio que pretende.


Y les añadió: En verdad os digo, que algunos de los que aquí están no han de morir sin que vean la llegada del reino de Dios en su majestad.


Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, atento a que sois de Cristo , en verdad os digo que no será defraudado de su recompensa.


de la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, muerto entre el altar y el templo. Sí; yo os lo digo: A esta raza de hombres se le pedirá de ello cuenta.


Dichosos aquellos siervos a los cuales el amo al venir encuentra así velando; en verdad os digo, que recogiéndose él su vestido, los hará sentar a la mesa, y se pondrá a servirles.


¡Pueblo ingrato!: He aquí que vuestra morada va a quedar desierta. Y os declaro que ya no me veréis más, hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor!


Mas fácil es que perezcan el cielo y la tierra, que el que deje de cumplirse un solo ápice de la ley.


En verdad os digo, que quien no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.


Les dijo Jesús : En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o esposa, o hijos, por amor del reino de Dios,


Y Jesús le dijo: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.


Mas añadió luego: En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su patria.


Y le añadió: En verdad, en verdad os digo, que algún día veréis abierto el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar, sirviendo al Hijo del hombre.


En verdad, en verdad os digo, prosiguió Jesús , que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, es un ladrón y salteador.


Por eso Jesús les dijo por segunda vez: En verdad, en verdad os digo, que yo soy la puerta de las ovejas.


En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo, después de echado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto.


En verdad, en verdad os digo, que no es el siervo más que su amo, ni tampoco el enviado o embajador mayor que aquel que le envió.


Le respondió Jesús : ¿Tú darás la vida por mí? En verdad, en verdad te digo: No cantará el gallo sin que me hayas negado tres veces.


Creedlo al menos por las obras que yo hago. En verdad, en verdad os digo, que quien cree en mí, ése hará también las obras que yo hago, y las hará todavía mayores; por cuanto yo me voy al Padre.


En verdad, en verdad os digo, que vosotros lloraréis, y lamentaréis mientras el mundo se regocijará; os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.


Entonces no habréis de preguntarme cosa alguna. En verdad, en verdad os digo, que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo concederá.


En verdad, en verdad te digo, que cuando eras más mozo, tú mismo te ceñías el vestido, e ibas adonde querías; mas siendo viejo, extenderás tus manos en una cruz, y otro te ceñirá, y te conducirá adonte tú no gustes.


En verdad, en verdad te digo, que nosotros no hablamos sino lo que sabemos bien, y no atestiguamos, sino lo que hemos visto, y vosotros con todo no admitís nuestro testimonio.


Le respondió Jesús : Pues en verdad, en verdad te digo, que quien no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios o tener parte en él.


En verdad, en verdad te digo, respondió Jesús , que quien no renaciere por el bautismo del agua, y la gracia del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios.


En verdad, en verdad os digo, que no puede hacer el Hijo por sí cosa alguna, fuera de lo que viere hacer al Padre; porque todo lo que éste hace, lo hace igualmente el Hijo.


Jesús les respondió, y dijo: En verdad, en verdad os digo, que vosotros me buscáis no por mi palabra atestiguada por los milagros que habéis visto, sino porque os he dado de comer con aquellos panes, hasta saciaros.


Les respondió Jesús : En verdad, en verdad os digo: Moisés no os dio pan del cielo; mi Padre es quien os da a vosotros el verdadero pan del cielo.


En verdad, en verdad os digo, que quien cree en mí, tiene la vida eterna.


Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo, que si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y no bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.


Les replicó Jesús : En verdad, en verdad os digo, que todo aquel que comete pecado, es esclavo del pecado.


En verdad, en verdad os digo, que quien observare mi palabra, no morirá para siempre.


Les respondió Jesús : En verdad, en verdad os digo, que antes que Abrahán naciera, yo existo.


Por lo que depuesta toda malicia y todo engaño, y los fingimientos o hipocresías, y envidias, y todas las murmuraciones,


Después vi un gran solio reluciente, y a uno, esto es, a Jesucristo, sentado en él, a cuya vista desapareció la tierra, y el cielo, y no quedó nada de ellos.


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