Mateo 27:35 - Biblia Torres Amat 1825

³⁵ Después que le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. Con esto se cumplió la profecía que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, y sortearon mi túnica.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ Después de clavarlo en la cruz, los soldados sortearon su ropa tirando los dados.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ Allí lo crucificaron y después se repartieron entre ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Y lo crucificaron, y se repartieron sus ropas echando suertes,°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ Después de crucificarlo, se repartieron sus vestidos echando suertes;

Mateo 27:35 Referans Kwoze

Salmos 22:16

Porque me veo cercado de una multitud de rabiosos perros: me tiene sitiado una turba de malignos. Han taladrado mis manos y mis pies.

Salmos 22:18

Repartieron entre sí mis vestidos y sortearon mi túnica.

Lucas 23:34

Entretanto Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. Y ellos poniéndose a repartir entre sí sus vestidos, los sortearon.

Juan 20:20

Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Se llenaron de gozo los discípulos con la vista del Señor.

Juan 20:25

Le dijeron después los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Mas él les respondió: Si yo no veo en sus manos la hendidura de los clavos, y no meto mi dedo en el agujero que en ellas hicieron, y mi mano en la llaga de su costado, no lo creeré.

Juan 20:27

Después dice a Tomás: Mete aquí tu dedo, y registra mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seáis incrédulo, sino fiel.

Hechos 2:23

a este Jesús , dejado a vuestro arbitrio por una orden expresa de la voluntad de Dios y decreto de su presciencia, vosotros le habéis hecho morir, clavándole en la cruz por mano de los impíos.

Hechos 4:10

declaramos a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel, que la curación se ha hecho en nombre de nuestro Señor Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y Dios ha resucitado. En virtud de tal nombre se presenta sano ese hombre a vuestros ojos.