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Mateo 27:19 - Biblia Torres Amat 1825

19 Y estando él sentado en su tribunal, le envío a decir su mujer: No te mezcles en las cosas de ese justo, porque son muchas las congojas que hoy he padecido en sueños por su causa.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Justo en ese momento, cuando Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente mensaje: «Deja en paz a ese hombre inocente. Anoche sufrí una pesadilla terrible con respecto a él».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Mientras Pilato estaba en el tribunal, su mujer le mandó a decir: 'No te metas con ese hombre porque es un santo, y anoche tuve un sueño horrible por causa de él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Y estando sentado él en el tribunal, le mandó a decir su mujer: No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy sufrí mucho en sueños a causa de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le envió un recado: 'No te metas con ese justo; que hoy, en sueños, he sufrido mucho por su causa'.

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Mateo 27:19
28 Referans Kwoze  

Y el ángel de Dios me dijo en sueños: ¡Jacob ! Yo respondí: Aquí estoy.


Pero vio entre sueños a Dios, que le decía: Guárdate de hablar a Jacob cosa que le ofenda.


Bien es verdad que ahora está en mi mano darte el castigo merecido; pero el Dios de vuestro padre me dijo ayer: Guárdate de hablar a Jacob cosa que le ofenda.


Al hombre de dura cerviz, que desprecia al que le corrige, le sorprenderá de repente su total ruina, y no tendrá remedio.


Verá el fruto de los afanes de su alma, y quedará saciado. Este mismo Justo, mi siervo, dice el Señor, justificará a muchos con su doctrina o predicación; y cargará sobre sí los pecados de ellos.


¡Oh hija de Sión!, regocíjate en gran manera; salta de júbilo, ¡oh hija de Jerusalén !; he aquí que a ti vendrá tu rey, el Justo, el Salvador , él vendrá pobre, y montado en un asna y su burrito.


les dijo: Escuchad mis palabras: Si hubiese entre vosotros algún profeta del Señor, yo me apareceré a él en visión, o le hablaré entre sueños.


Estando él en este pensamiento, he aquí que un ángel del Señor le apareció en sueños diciendo: José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María tu esposa en tu casa, porque lo que se ha engendrado en su vientre es obra del Espíritu Santo.


Después de la muerte de Herodes , un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,


mas oyendo que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes , temió ir allá y avisado entre sueños se retiró a tierra de Galilea.


porque sabía bien que se lo habían entregado los príncipes de los sacerdotes por envidia.


Con lo que viendo Pilato que nada adelantaba, antes bien, que cada vez crecía el tumulto, mandando traer agua, se lavó las manos a la vista del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo, allá os lo veáis vosotros.


Diciendo: Yo he pecado, pues he vendido la sangre inocente. A lo que dijeron ellos: A nosotros ¿qué nos importa? ¡Tú verás!


Y nosotros a la verdad estamos en él justamente, pues pagamos la pena merecida por nuestros delitos; pero éste ningún mal ha hecho.


Así que vio el centurión lo que acababa de suceder, glorificó a Dios diciendo: Verdaderamente era éste un hombre justo.


Pilatos oyendo estas palabras, sacó a Jesús afuera; y se sentó en su tribunal en el lugar dicho en griego Litóstrotos, y en hebreo Gábbata.


El día señalado para la audiencia, Herodes vestido de traje real, se sentó en su trono, y les arengaba.


Pero siendo procónsul de Acaya Galión, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron a su tribunal,


Y los hizo salir de su tribunal.


Entonces, acometiendo todos a Sóstenes, jefe de la sinagoga, le maltrataban a golpes delante del tribunal, sin que Galión hiciese caso de nada de esto.


Respondió Pablo: Yo estoy ante el tribunal de César, que es donde debo ser juzgado; tú sabes muy bien que yo no he hecho el menor agravio a los judíos;


Habiendo, pues, ellos concurrido acá sin dilación alguna, al día siguiente, sentado yo en el tribunal, mandé traer ante mí al dicho hombre.


En efecto, no habiéndose detenido en Jerusalén mas que ocho o diez días, marchó a Cesarea, y al día siguiente, sentándose en el tribunal, mandó comparecer a Pablo.


quien cuando le maldecían, no retornaba maldiciones; cuando le atormentaban, no prorrumpía en amenazas; antes se ponía en manos de aquel que le sentenciaba injustamente.


Y él mismo es la víctima de propiciación por nuestros pecados; y no tan sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.


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